Una Canción Entre Estrellas



En un brillante día de verano en la Tierra, la joven cantante Emilia Mernes miraba al cielo, soñando con aventuras. Hasta que, de repente, una luz impresionante iluminó su habitación. Era un platillo volador ¡estratégicamente aterrizado en su jardín!"¡Hola, Emilia! Soy Lady Gaga, y vengo a llevarte a Saturno para crear la mejor canción del universo", dijo con una sonrisa deslumbrante y unos grandes ojos llenos de emoción.

Emilia apenas podía creerlo. Cuando vio la nave, sus ojos brillaron de felicidad.

"¡Eso suena increíble!", respondió Emilia saltando de alegría.

Sin dudarlo, subió a la nave espacial, que mostraba un fresco colorido de luces. Juntas volaron a través del espacio, viendo estrellas bailar y planetas girar. Emilia sentía que cada latido de su corazón iba al compás de la música infinita del universo.

Al llegar a Saturno, quedaron fascinadas por los anillos que rodeaban al planeta. Lady Gaga se dio cuenta de que necesitaban un lugar especial para inspirarse.

"Vamos a buscar un lugar único para componer la canción", sugirió. Después de un rato de navegar por los magníficos anillos, encontraron un pequeño satélite llamado Titán.

Allí, se sentaron en la suave piel de una nube de gas y comenzaron a trabajar en una canción que hablara sobre la amistad y la perseverancia. Pero el viento en Titán era fuerte y a veces, soplaba las ideas de su composición.

"Oh, no. Se nos lleva la música", se lamentó Emilia.

"No te preocupes, Emilia. Cada nube trae su reto. Intentemos de nuevo, pero esta vez dejemos que el viento nos inspire. ¡Cantemos!", dijo Lady Gaga, alentando a Emilia a no rendirse.

Emilia respiró profundo, cerró los ojos y dejó que su voz fluyera como las estrellas en el cielo. Lady Gaga se unió a ella, y su melodía se elevó como un eco entre los anillos de Saturno. Era mágica, y pronto, las estrellas y los planetas comenzaron a sumarse a su canción, armonizando con cada nota que lanzaban al espacio.

Después de horas de canto y risas, Emilia y Lady Gaga lograron componer la canción más hermosa jamás escuchada.

"La llama de nuestra amistad se ilumina en el universo", finalizó Emilia con una sonrisa.

Felices, decidieron que era hora de regresar a la Tierra y presentar su creación.

"Cuando podamos compartir nuestra canción, recordemos que todos tenemos sueños y desafíos. Lo importante es nunca rendirse", indicó Lady Gaga mientras se preparaban para partir.

A medida que volaban de vuelta a casa, Emilia miró por la ventana y vio todos los planetas a su alrededor, comprendiendo que cada uno de ellos tenía su propia historia.

"¿Puedo hacer una canción sobre los sueños también?", preguntó Emilia.

"Claro que sí. ¡La música puede unir a todos los seres, sin importar en qué parte del universo se encuentren!", respondió Lady Gaga, emocionada.

Finalmente, aterrizaron en la Tierra. Emilia se despidió de Lady Gaga con un abrazo.

"Gracias, por inspirarme a seguir siempre mis sueños", dijo.

"No olvides que la música lleva consigo el poder de cambiar el mundo. ¡Hasta la próxima, viajera de estrellas!", respondió Gaga antes de abordar su nave y volar hacia nuevas aventuras.

Esa tarde, con el corazón lleno de alegría y la mente rebosante de ideas, Emilia se sentó a escribir una canción, una que hablaba de cielos, estrellas, y sobre nunca rendirse ante sus sueños. Y así, con cada nota que escribía, sentía que su pequeña historia se unía a la gran sinfonía del universo.

FIN.

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