Una casa en el jardín de Ada


Había una vez en un hermoso jardín, una niña llamada Ada que adoraba pasar tiempo al aire libre con sus mascotas. Ada tenía un perro llamado Toby y un gato travieso llamado Simón. Vivían juntos en una pequeña casa en el jardín de la abuela de Ada.

Un día, Ada decidió que quería enseñarle a Toby y a Simón a convivir en armonía. "Toby, Simón, es hora de que aprendan a ser amigos", dijo Ada con determinación. "Pero Ada, los gatos y los perros no se llevan bien", comentó la abuela. "Yo sé que puedo lograrlo abuela, solo necesitan un poquito de paciencia y amor", respondió Ada con una sonrisa.

Ada empezó a enseñarles a Toby y a Simón a compartir, a respetarse mutuamente y a jugar juntos. Al principio, Toby y Simón se miraban con desconfianza, pero poco a poco comenzaron a ceder y a entender que podían ser buenos amigos. "¡Miren lo que lograron mis adorables mascotas!", exclamó Ada emocionada, viendo a Toby y a Simón corretear y jugar juntos por el jardín.

Pero un día, una fuerte tormenta azotó el jardín, y la casa donde vivían Toby y Simón sufrió daños. Ada se entristeció al ver la casa en mal estado, pero rápidamente tuvo una idea. "Abuela, podemos reparar la casa juntos y hacerla más grande para que Toby y Simón tengan más espacio para compartir", propuso Ada emocionada. Todos se pusieron manos a la obra y, con esfuerzo y trabajo en equipo, lograron construir una casa aún más hermosa y acogedora para Toby y Simón.

Finalmente, Toby y Simón aprendieron que con paciencia, amor y esfuerzo, podían convivir en armonía. Juntos disfrutaban de su nueva casa en el jardín de Ada, donde pasaban sus días explorando, jugando y demostrando que la amistad y el compañerismo son posibles entre diferentes especies. La alegría de Toby, Simón y Ada era evidente, y su historia inspiraba a todos los que los rodeaban.

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