Una Cena en el Futuro
Era una noche mágica en la que la luna brillaba con fuerza y las estrellas danzaban en el cielo. En un elegante comedor, tres famosos personajes de la historia se habían reunido para una cena especial: Platón, el filósofo griego; Víctor Hugo, el escritor francés; y Leonardo Da Vinci, el genio del Renacimiento. Mientras saboreaban deliciosos platos, comenzaron a hablar sobre cómo imaginaban el futuro.
- ''¿Qué creen que será del mundo dentro de mil años?'' – preguntó Platón, mientras tomaba un sorbo de su vino.
- ''Creo que la humanidad habrá aprendido a vivir en armonía con la naturaleza'', respondió Leonardo, dibujando en la mesa con su dedo. ''Las ciudades serán verdes y llenas de vida; los árboles y las flores estarán en cada rincón.''
- ''Eso sería maravilloso, Leonardo, pero no debemos olvidar que la educación es clave'', agregó Víctor Hugo. ''Las personas necesitarán saber cómo cuidar de su entorno y también de sus semejantes. Un futuro donde la empatía y la solidaridad sean valores fundamentales.''
Platón asintió mientras reflexionaba. - ''Sí, pero la política también tendrá un papel importante. Imaginen una sociedad donde los gobernantes sean filósofos, donde se dirijan por la sabiduría y no por la ambición. Así podremos tener un mundo más justo.''
Los tres personajes estaban tan entusiasmados con la conversación que ni se dieron cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo. Un brillo repentino iluminó el comedor y, de pronto, una niña llamada Clara apareció en la habitación.
- ''¡Hola! ¿Son ustedes Platón, Víctor Hugo y Leonardo Da Vinci?'' – dijo Clara, con los ojos deslumbrados.
Los tres personajes se sorprendieron, pero también se sintieron intrigados. - ''Sí, somos nosotros. ¿Cómo llegaste aquí, pequeña?'' – preguntó Leonardo.
- ''No lo sé, estaba soñando con el futuro y de repente estoy aquí. Quería preguntarles qué puedo hacer para ayudar a que ese futuro que soñamos sea real.''
La pregunta dejó a los tres hombres pensativos.
- ''Esa es una gran pregunta, Clara'', dijo Platón. - ''Todo comienza contigo. La curiosidad es el primer paso para aprender. Si deseas un mundo mejor, debes estar dispuesta a estudiar, a cuestionar y a actuar.''
- ''Y también a inspirar a otros'', añadió Víctor Hugo, - ''Nunca subestimes el poder de una sola voz. Con tus palabras, puedes mover montañas. La literatura y el arte son herramientas que pueden cambiar el corazón de las personas.''
Leonardo, emocionado, agregó – ''Crear también es importante. Utiliza tus manos y tu imaginación para traer cosas nuevas al mundo. No hay límites para lo que puedes inventar o descubrir. Solo necesitarás ser perseverante. ¡Dibuja tu futuro!''
Clara sonrió radiante. - ''¡Lo haré! Prometo aprender y crear un mundo mejor.''
Pero de repente, el brillo volvió a aparecer. Clara vio cómo las imágenes de su futuro se desvanecían. - ''¡Espera! Quiero quedarme aquí y aprender más de ustedes.''
- ''Todo lo que necesitas está en tu corazón y en tus sueños, querida'', respondió Platón dulcemente. - ''Lleva nuestras palabras contigo y verás que un día habrás conseguido todo lo que deseas.''
Clara sintió que todo se desvanecía y, en un parpadeo, se encontró de vuelta en su habitación, con una gran idea en mente. Definió en su mente los grandes consejos que había recibido; así, comenzó a anotar sus ocurrencias, a leer libros y a compartir sus sueños con otros.
Con el tiempo, Clara no solo se convirtió en una gran inventora y escritora, sino que se dio cuenta de que sus acciones y palabras sí podían cambiar el mundo, tal como lo habían imaginado Platón, Víctor Hugo y Leonardo Da Vinci.
Esa noche, el futuro ya había comenzado, y lo más emocionante era que estaba en las manos de Clara y de todos los soñadores que se atreven a imaginar un mejor mañana.
FIN.