Una Fiesta Cósmica en el Espacio
Érase una vez, en un rincón del universo, un grupo de amigos muy especiales: el Planeta Tierra, la Luna, el Sol y una alegre cometa llamada Cometín. A menudo, celebraban juntos en el espacio y ese día decidieron organizar una gran fiesta cósmica para todos los asteroides y planetas de su vecindario.
"¡Oh, qué emoción!", exclamó Tierra, agitando sus árboles y ríos de alegría. "¡Hoy será el día más divertido de todos!".
"Debemos invitar a todos los asteroides y cometas que podamos encontrar", dijo la Luna, iluminando el cielo con su brillo plateado.
"Y yo prepararé el mejor espectáculo de luces", prometió el Sol, sonriendo. "Nada será más brillante que yo. ¡Voy a deslumbrarlos!".
Así, Tierra y Luna empezaron a enviar invitaciones a todos los rincones del cielo.
"¡Asteroides amigos! ¡Venid a la fiesta!", gritó Tierra desde su órbita.
Muchos asteroides, grandes y pequeños, empezaron a llegar, entre ellos, Asteroide Rock y Asteroide Glitter.
"¡Qué gran fiesta!", gritó Asteroide Glitter, decorándose con un poco de polvo estelar. "¡Me encanta cómo brilla todo aquí!".
A medida que caía la tarde, Cometín, que venía de un lejano lugar, se unió a la celebración. Con su cola de polvo y gas, iluminó el cielo oscuro por donde pasaba.
"¡Hola, amigos!", saludó Cometín haciendo piruetas en el aire. "Traje algunos dulces del espacio para compartir".
Los asteroides se abalanzaron sobre los dulces espaciales, los cuales explotaban en sabores sorprendentes. Sin embargo, justo cuando todos empezaban a disfrutar, una nube oscura apareció de la nada, cubriendo el sol.
"¿Quién apagó la fiesta?", preguntó Tierra, mirando hacia arriba con preocupación.
"¡Es una tormenta de asteroides!", exclamó Luna, aterrorizada. "Si no logramos despejarlos, nuestra fiesta se arruinará".
Los asteroides se asustaron y empezaron a temer que la celebración terminara. Cometín, viendo la angustia de sus amigos, tuvo una idea brillante.
"¡Esperen! Si todos trabajamos juntos, podemos despejar el camino", sugirió con entusiasmo. "¡Formemos una cadena de asteroides!".
"Sí, eso funcionará!", exclamó Rock. "Nos colocaremos en línea y empujaremos con nuestras fuerzas".
Los asteroides se alinearon, creando una cadena que daba vueltas en el espacio. Con un esfuerzo gigante, comenzaron a empujar la nube oscura.
"¡Uno, dos, tres... empujen!", gritó Cometín.
Con una gran fuerza colectiva, la nube comenzó a despejarse, permitiendo que los rayos del Sol volvieran a brillar. Todos comenzaron a saltar de alegría cuando el luz radiante iluminó el espacio nuevamente.
"¡Lo logramos!", celebró Tierra, abrazando a cada asteroide. "¿Ven? Cuando trabajamos juntos, ¡podemos hacer cosas increíbles!".
"¡Esto merece una celebración a lo grande!", dijo Luna, comenzando a bailar de felicidad.
Y así, continuó la fiesta cósmica, llena de risas, música y juegos. Aprendieron que aunque a veces pueden aparecer nubes oscuras en la vida, la unidad y la amistad siempre pueden hacer que todo brille de nuevo.
Días después de la fiesta, los asteroides recordaban lo divertido que había sido y cómo habían superado juntos el obstáculo, y así, planeaban una nueva fiesta en el futuro, agradecidos por la amistad que compartían en el vasto universo.
FIN.