Una Fiesta en el Cielo



Era un día soleado y lleno de sorpresas en la habitación de Sofía. Hoy se celebraba el cumpleaños de su película favorita: Toy Story. Condecorada con figuras de Woody, Buzz, Jessie y los demás, la habitación era un verdadero parque de diversiones.

Sofía: -¡Mami! ¡Ya llegó el gran día! ¿Puedo invitar a mis amigos para ver Toy Story? ¡Voy a hacer una fiesta increíble!

La mamá de Sofía sonrió, sabiendo lo emocionada que estaba su hija.

Mamá: -Claro, Sofía. ¡Vamos a preparar todo para la fiesta! Pero recordá que esta vez queremos hacer algo especial.

Mientras preparaban la fiesta, Sofía notó que su perrita, Luna, estaba un poco más débil de lo habitual. La perrita había estado a su lado desde que ella era muy pequeña, y cada aventura en Toy Story siempre la incluía.

Sofía: -Luna, ¿querés ver la película con nosotros? ¡Seguro que a Woody le encantaría que te acompañes!

La perra movió la cola como si entendiera, pero Sofía sintió que algo estaba mal.

Cuando los amigos llegaron, la alegría reinó en la habitación, pero la preocupación por Luna seguía en la mente de Sofía.

Amigo 1: -¡Sofía! ¡Tu fiesta está genial! No puedo esperar para ver la película.

Amigo 2: -¿Y tu perrita? ¿Dónde está?

Sofía: -Estaba aquí un rato, pero creo que se siente un poco mal.

A medida que la película avanzaba, Sofía y sus amigos disfrutaron de las aventuras de Woody y Buzz, mientras que su corazón se hacía más pesado por la preocupación. En un momento de la película, Woody y Buzz se estaban separando, y todo parecía oscuro para ellos.

Sofía: -¡No! ¡No se pueden separar! ¡Siempre deben estar juntos! Como nosotros y Luna.

En ese instante, mientras el clímax de la película resonaba, Sofía decidió salir a buscar a Luna. Corrió hacia el jardín, y vio a la perrita recostada bajo el sol, con una expresión tranquila.

Sofía: -Luna, vení a ver la película. ¡Están luchando por no separarse, como nosotros!

Pero Luna no se movió. Sofía, sintiendo un nudo en la garganta, se abrazó a su perra.

Sofía: -¿Por qué no puedes venir?

De repente, la imagen de Woody llegó a su mente, y pensó que aunque Woody y Buzz habían estado separados, siempre encontrarían la forma de volver a estar juntos. Sofía recordó que el amor que compartía con Luna era inmenso y no necesitaba estar físicamente presente para siempre.

En ese momento, llegó una idea a su mente.

Sofía: -¡Amigos! Vamos a hacer una sorpresa para Luna. Ella siempre ha estado con nosotros, y ahora debemos hacerle un homenaje.

Los amigos de Sofía también se emocionaron con la idea. Así que juntaron dibujos de Woody y Buzz, pero también crearon una gran tarjeta de cumpleaños para Luna.

Amigo 1: -¡Luna se va a sentir muy querida!

Amigo 2: -Podemos hacer un desfile de juguetes en su honor, como si fuéramos los juguetes de Toy Story.

Sofía: -¡Sí! Toy Story es sobre amistad y el amor que nunca se desvanece.

Cuando todo estuvo listo, volvieron a buscar a Luna, y la llenaron de cariños mientras le mostraban todas las cosas que habían hecho. Sofía levantó la tarjeta y la leyó en voz alta para todos.

Sofía: -Querida Luna, gracias por ser nuestra amiga. Como Woody y Buzz, siempre estarás en nuestros corazones.

Con una emotiva sonrisa, Sofía abrazó a su perrita y sintió que el amor que compartían era el mismo que los juguetes sentían por sus dueños en Toy Story. En ese momento, se dio cuenta de que los buenos recuerdos y el amor siempre permanecen, incluso cuando los seres queridos no están físicamente cerca.

Los amigos comenzaron a jugar y celebrar el cumpleaños de Toy Story, pero Sofía sabía que la fiesta no solo era por la película, sino también por la vida de Luna, quien había llenado su vida de amor y aventuras.

Así, Sofía aprendió que aunque a veces hay despedidas tristes, el amor perdura en nuestros corazones, y siempre podemos encontrar formas de honrar a quienes amamos.

Y así, esa fiesta de cumpleaños fue una mezcla de alegría y nostalgia, de risas y lágrimas, pero sobre todo, de amor incondicional.

FIN.

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