Una fiesta familiar inolvidable

Lucía y Mateo estaban emocionados porque por fin llegaron las vacaciones. Decidieron organizar una fiesta familiar en la casa de campo de sus abuelos.

Invitaron a todos sus primos, tíos y abuelos para pasar un día lleno de juegos, risas y diversión. "¡Hola abuelos, estamos tan contentos de estar aquí con ustedes!" dijo Lucía emocionada. "¡Sí! ¡Vamos a jugar a la rayuela, al escondite y a la carrera de sacos!" agregó Mateo con entusiasmo.

La fiesta empezó con mucha alegría, todos se divirtieron jugando y compartiendo momentos especiales. De repente, el cielo se nubló y empezó a soplar viento. Todos se asustaron un poco, pero sus abuelos les dijeron que no se preocuparan, que era solo una tormenta de verano.

Juntos, buscaron refugio en la casa y aprovecharon para jugar a juegos de mesa y contar historias. Después de un rato, la tormenta pasó y salió el sol.

Decidieron continuar con la fiesta, esta vez con una fogata para hacer malvaviscos. Todos se reunieron alrededor del fuego, cantaron canciones y compartieron anécdotas.

El día llegó a su fin, pero Lucía y Mateo se dieron cuenta de que, a pesar de la tormenta, habían vivido una fiesta familiar inolvidable llena de amor, unión y diversión.