Una Gran Amistad
Érase una vez en un bosque mágico, vivía Caperucita Roja, una niña dulce y valiente, y el Lobo Feroz, quien, a pesar de su aspecto feroz, tenía un corazón amable. Un día, Caperucita Roja decidió visitar a su abuelita, llevándole una canasta llena de delicias. Mientras caminaba por el bosque, se cruzó con el Lobo Feroz.
-¡Hola, Caperucita! ¿A dónde vas con tanta prisa? -dijo el Lobo con curiosidad.
-Voy a visitar a mi abuelita, que está enferma. Espero que esté bien -respondió Caperucita con preocupación.
El Lobo Feroz se sintió triste al escuchar sobre la abuelita de Caperucita. Decidió ofrecerle su ayuda para llegar más rápido. Juntos, encontraron atajos por el bosque y sortearon los obstáculos. Durante el camino, el Lobo Feroz demostró ser un compañero leal y divertido. Caperucita descubrió que el Lobo no era tan malo como todos creían.
Al llegar a la casa de la abuelita, descubrieron que estaba mucho mejor. Caperucita y el Lobo Feroz se despidieron con alegría, contentos de haber compartido una aventura inolvidable. Desde ese día, Caperucita Roja y el Lobo Feroz se convirtieron en amigos inseparables, demostrando que la amistad puede surgir en los lugares menos esperados.
La sonrisa y la valentía de Caperucita Roja, junto con la bondad y el coraje del Lobo Feroz, enseñaron a todos en el bosque que la verdadera amistad no conoce de apariencias ni prejuicios. Juntos, vivieron muchas aventuras y aprendieron el valor de la cooperación y el compañerismo en el bosque mágico, demostrando que los lazos de amistad pueden superar cualquier obstáculo.
FIN.