Una historia de amistad en la escuela
En una escuela de un pequeño pueblo, vivían dos amigos inseparables: Martín y Diego. Martín era un niño alegre, con grandes ideas y mucha creatividad. Diego, por otro lado, era un poco tímido, pero siempre estaba dispuesto a apoyar a su amigo en sus travesuras. Juntos formaban un gran equipo, y todos los días se divertían durante el recreo.
Un día, llegó un nuevo estudiante a la escuela. Era Lucas, un niño solitario que no conocía a nadie en el pueblo. Martín, emocionado por hacer un nuevo amigo, se acercó a Lucas para invitarlo a jugar con ellos, pero, para su sorpresa, Lucas lo rechazó. Martín no entendía por qué Lucas no quería ser su amigo, y eso lo puso muy triste.
Diego notó lo afectado que estaba Martín y decidió hablar con él. -'No entiendo por qué no le caigo bien a Lucas', dijo Martín con tristeza. -'Quizás Lucas está pasando por un momento difícil y no sabe cómo expresarlo', sugirió Diego. 'Quizás necesita un poco de empatía'.
Decidieron acercarse de nuevo a Lucas, esta vez con una actitud diferente. En lugar de insistir para que jugara con ellos, le preguntaron cómo se sentía y si necesitaba ayuda para adaptarse a la escuela. Poco a poco, Lucas comenzó a abrirse y les contó que se sentía solo y un poco asustado en su nueva escuela. Martín y Diego no dudaron en ofrecerle su amistad y apoyo. Juntos, los tres encontraron formas de divertirse, compartir ideas y superar las dificultades de Lucas.
Con el tiempo, Lucas se convirtió en un miembro inseparable del grupo. Aprendió a confiar en sus nuevos amigos y juntos vivieron aventuras increíbles. Martín y Diego descubrieron que la empatía y la comprensión pueden ayudar a construir amistades sólidas, incluso en situaciones difíciles.
Desde entonces, los tres amigos demostraron a toda la escuela que la empatía y el apoyo pueden transformar el rechazo en amistad, y que juntos pueden superar cualquier obstáculo.
FIN.