una historia de amor, amistad y venganza
En el encantador Campo Manzana, un lugar lleno de árboles frutales y praderas verdes, vivían tres amigos muy especiales: la traviesa Ardillita, el valiente Conejito y la curiosa Mariquita. Juntos pasaban los días explorando, jugando y aprendiendo sobre la naturaleza.
Un día, mientras paseaban por el campo, descubrieron un misterioso árbol con manzanas brillantes y deliciosas. Sin embargo, algo extraño sucedía en ese lugar, ya que las manzanas desaparecían misteriosamente cada noche.
Los amigos decidieron investigar el motivo de las desapariciones y se adentraron en el misterio. "¡Vaya, qué misterio tenemos aquí! ¿Quién estará robando las manzanas?", se preguntó la Ardillita con curiosidad.
"¡Quizás sean las hormigas, ellas son muy trabajadoras y les encanta la fruta!", sugirió el Conejito con valentía. "No, no pueden ser las hormigas. Esto parece obra de alguien más grande, tal vez un zorro astuto", opinó la Mariquita con sus grandes ojos brillantes.
Decidieron poner en marcha un plan para descubrir al culpable. Colocaron una trampa con manzanas falsas y se escondieron para observar. Para su sorpresa, atraparon a un mapache travieso que había estado robando las manzanas para alimentar a su familia.
En lugar de enojarse, los amigos decidieron ayudar al mapache a encontrar otra fuente de alimento. Juntos, buscaron un lugar con frutas silvestres y así resolvieron el problema.
El mapache, agradecido, les contó que el motivo de robar las manzanas había sido la venganza, ya que su madriguera había sido destruida por un leñador. Comprendiendo la situación, los amigos buscaron al leñador y le explicaron lo sucedido. El leñador, avergonzado, se disculpó y prometió no volver a dañar el hábitat de los animales.
Todos aprendieron que la venganza no es la solución y que es mejor buscar la paz y la armonía en el campo.
Desde ese día, el Campo Manzana volvió a ser un lugar de amor y amistad, donde todos convivían en armonía y respeto por la naturaleza.
FIN.