Una historia de amor y familia



Gery y Jhon se conocieron en la secundaria. Desde el primer momento en que se vieron, supieron que algo especial los unía. Pasaron juntos mucho tiempo, compartiendo risas, sueños y aventuras. Sin embargo, al terminar la escuela, la vida los separó. Gery se fue a estudiar a otra ciudad, y Jhon se quedó en su lugar. A pesar de la distancia, nunca olvidaron su amor. Un año sin verse pasó, y durante ese tiempo, ambos vivieron muchas situaciones en sus vidas, pero en el fondo, siempre pensaban uno en el otro.

Un día, por casualidad, se volvieron a encontrar. Fue como si el tiempo se detuviera. Decidieron retomar el tiempo perdido y fortalecer su amor. Pasaron días maravillosos juntos, y entendieron que estaban destinados a estar unidos. Pronto, decidieron formar un hogar y construir una familia. Pero algo faltaba.

Una tarde, mientras paseaban por el parque, encontraron a Nala, una dulce cachorra abandonada. Sin dudarlo, decidieron adoptarla. Desde ese momento, Nala se convirtió en parte fundamental de su familia. Juntos, aprendieron a cuidarla, a darle amor y a disfrutar de su compañía. Nala les enseñó sobre la responsabilidad, el amor incondicional y la importancia de cuidar a los seres más vulnerables.

Con el tiempo, Gery, Jhon y Nala formaron un lazo indestructible. Aprendieron que el amor puede superar todas las dificultades, y que la familia va más allá de los lazos de sangre. Juntos, construyeron un hogar lleno de risas, complicidad y amor. Y así, vivieron felices para siempre.

FIN.

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