Una historia de amor y unión


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de praderas y montañas, dos perritos que se querían mucho: Mamá Puchi y su hijo Peluche. Vivían juntos en una casita acogedora al lado del arroyo.

Un día, mientras exploraban el bosque cercano, Peluche corrió tras una mariposa sin darse cuenta de que se alejaba demasiado. Al volver la vista atrás, se dio cuenta de que estaba perdido. "Mamá, mamá ¿dónde estás?", gritó Peluche aterrorizado.

Mamá Puchi lo buscó por todas partes pero no logró encontrarlo. Con el corazón roto y las lágrimas en los ojos regresó a casa sola. Pasaron los días y Mamá Puchi no dejaba de buscar a su hijo por todo el bosque.

Pero cada vez era más difícil porque había llovido mucho y la nieve cubría todo el terreno. Una noche fría y oscura, cuando ya había perdido toda esperanza de encontrarlo con vida, escuchó un ladrido débil cerca del arroyo.

Se acercó corriendo hasta allí para descubrir que era Peluche quien estaba atrapado entre las ramas del río helado. "¡Mamá! ¡Estoy aquí!", dijo Peluche con voz temblorosa.

Sin pensarlo dos veces, Mamá Puchi se lanzó al agua helada para salvar a su hijo. A pesar del peligro y la dificultad para nadar debido al hielo flotante, logró llegar hasta él agarrándose fuerte a una rama cercana. Juntos regresaron a casa, temblando de frío y cansancio.

Pero su amor mutuo los había mantenido fuertes y unidos. Desde ese día, Mamá Puchi y Peluche aprendieron una gran lección: nunca debían perderse el uno al otro, porque su amor era más fuerte que cualquier obstáculo.

Y así fue como vivieron juntos felices por siempre jamás en su pequeña casita al lado del arroyo. .

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