una historia de atención y cuidado



Había una vez una pequeña plantita llamada Margarita que vivía en una hermosa casa con un jardín mágico. Margarita era una planta muy especial, con hojas verdes brillantes y hermosas flores amarillas que alegraban a todos los seres del jardín.

Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Margarita comenzó a marchitarse lentamente. Sus hojas se pusieron amarillas y sus flores se marchitaron, perdiendo su brillo y belleza.

"Algo le está sucediendo a Margarita", dijo la abeja Maya, quien era amiga de todas las plantas del jardín. "Creo que necesita más atención y cuidado", dijo el caracol Rosendo, quien siempre estaba al tanto de lo que sucedía en el jardín.

Los demás animalitos del jardín también notaron que Margarita no estaba bien, y decidieron unirse para ayudarla. La abeja Maya trajo el néctar más dulce de todas las flores, el caracol Rosendo regó la tierra alrededor de Margarita, y las mariposas revolotearon alrededor de ella para animarla.

Poco a poco, Margarita comenzó a recuperarse. Sus hojas volvieron a ser verdes y sus flores volvieron a brillar con intensidad. "Gracias a todos por cuidarme", dijo Margarita con alegría. "De nada, Margarita.

Sabemos lo importante que eres para nuestro jardín y queremos verte florecer siempre", dijo la abeja Maya. Desde entonces, Margarita recibió toda la atención y cuidado que necesitaba, y continuó creciendo hermosa y fuerte.

Todos los animalitos del jardín aprendieron la importancia de prestar atención y cuidado a las plantas y seres queridos, y el jardín se llenó de amor y alegría.

FIN.

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