Una historia de creatividad y trabajo en equipo
Había una vez una niña llamada Josefina que vivía en una pequeña casa en medio del campo. La casa de Josefina era muy especial, ya que estaba llena de colores y alegría.
Cada habitación tenía un tema diferente: la sala de estar parecía un jardín lleno de flores, la cocina tenía dibujos de frutas y verduras, el dormitorio era como un cielo estrellado y el baño estaba decorado con peces nadando.
Un día, Josefina decidió invitar a sus amigos para mostrarles su maravillosa casa. Sus amigos se sorprendieron al ver tanta creatividad y alegría en cada rincón. Todos comenzaron a explorar y jugar dentro de la casa.
De repente, mientras jugaban a las escondidas, uno de los amigos accidentalmente rompió un jarrón que estaba en la sala. Todos quedaron callados y asustados por lo que había pasado. Josefina miró el jarrón roto con tristeza pero luego sonrió y dijo: "No se preocupen, todo tiene solución".
Luego tomó los pedazos del jarrón e invitó a sus amigos a ayudarla a arreglarlo. Juntos buscaron pegamento, pintura y brillantina para reparar el jarrón. Trabajaron duro durante horas hasta que finalmente lograron dejarlo como nuevo.
Los amigos aplaudieron emocionados al ver su trabajo terminado. "-¡Eres increíble Josefina! ¡Nunca pensé que podríamos arreglarlo tan bien!" exclamó uno de ellos. Josefina les sonrió orgullosa y les dijo: "-Cuando algo se rompe, no hay que darse por vencidos.
Siempre hay una manera de arreglar las cosas y hacerlas aún más hermosas". Después de ese día, la casa de Josefina se convirtió en un lugar muy especial para todos sus amigos.
Cada vez que visitaban a Josefina, aprendían algo nuevo sobre la importancia de ser creativos y perseverantes. Un día, mientras jugaban al escondite en el jardín, uno de los amigos encontró una caja enterrada en el suelo.
Dentro había un mapa misterioso que llevaba a un tesoro escondido. Todos emocionados decidieron seguir el mapa y buscar el tesoro juntos. Durante su aventura, pasaron por obstáculos y desafíos pero nunca se rindieron.
Finalmente llegaron al lugar indicado en el mapa y descubrieron un cofre lleno de monedas doradas. Todos gritaron emocionados y celebraron su victoria. Josefina les dijo: "-Este tesoro es nuestro premio por haber trabajado duro juntos. Nos enseña que cuando nos apoyamos mutuamente podemos lograr cosas maravillosas".
Desde aquel día, la casa de Josefina se convirtió en un lugar donde siempre había risas, juegos y aprendizaje. Todos sus amigos sabían que podían contar con ella para encontrar soluciones creativas a cualquier problema.
Y así fue como Josefina demostró que no importa lo difícil que sea algo o cuántos obstáculos haya en el camino, siempre hay una manera de superarlos si nos mantenemos positivos y trabajamos juntos.
FIN.