Una historia de niños palestinos
En la hermosa ciudad de Gaza, un grupo de niños palestinos vivía entre ruinas y conflictos. A pesar de la tristeza que los rodeaba, nunca perdían la esperanza de un futuro mejor.
Entre ellos se encontraba Ali, un niño de ojos brillantes y sonrisa valiente. Ali soñaba con volar alto, sin miedo y sin preocupaciones. Pero su realidad era muy diferente. Todos los días, Ali y sus amigos debían jugar entre escombros y esquivar los estruendos de los bombardeos.
A pesar de todo, nunca perdían la esperanza. Un día, Ali encontró un pedazo de madera y decidió convertirlo en un avión. Con la ayuda de sus amigos, lo tallaron y pintaron con los colores más brillantes que pudieron encontrar.
'-Con este avión, podremos volar lejos, más allá de las fronteras y de los problemas', dijo Ali con entusiasmo. Los niños se unieron a su causa y juntos construyeron un planeador con restos de tela y madera.
Con imaginación y trabajo en equipo, pronto tuvieron un avión listo para despegar. Una noche estrellada, cuando la luna brillaba en lo alto, los niños se reunieron en secreto.
Con el avión listo en el suelo, Ali los animó: '-Este avión nos llevará a cumplir nuestros sueños, nos llevará a la libertad. Juntos, podemos alcanzar cualquier cosa.' Con determinación, cada niño tomó su lugar en el planeador y, con un empujón, despegaron hacia el cielo estrellado, dejando atrás las sombras y los miedos.
Volando lejos, hacia un horizonte lleno de esperanza y oportunidades. A medida que el avión se perdía en la distancia, una luz de esperanza brillaba en los corazones de todos los niños.
Aunque la realidad a menudo era difícil, ese vuelo les demostró que con esperanza, determinación y trabajo en equipo, podían alcanzar grandes alturas. Y así, los niños de Gaza continuaron soñando con un futuro libre y feliz, sabiendo que juntos, podrían hacerlo realidad.
FIN.