Una historia para los más chiquitos



Había una vez en un lugar muy lejano, un pequeño río llamado Pececito que fluía alegremente entre las piedras y los árboles. Pececito estaba muy contento llevando agua fresca y cristalina a todos los animales del bosque.

Un día, Pececito decidió emprender un gran viaje para descubrir el significado del agua. "¿A dónde vas, Pececito?", le preguntó la rana curiosa. "Voy a buscar el significado del agua", respondió Pececito. "¡Yo quiero ir contigo!", gritó la rana emocionada.

Así, juntos comenzaron su viaje por el bosque. En su camino, se encontraron con el oso, que les dijo: "El agua es vida, en ella encontramos la frescura y la vitalidad que necesitamos todos los días".

Luego, se toparon con el pájaro, quien les dijo: "El agua es libertad, nos permite volar alto y llegar a lugares lejanos". Con cada encuentro, Pececito y la rana entendían un poco más.

Hasta que finalmente llegaron al mar, donde conocieron a la ballena, la más sabia de todas. "El agua es sabiduría", les dijo la ballena con calma. "En ella, encontramos la fuerza para seguir adelante y la paz que necesitamos en nuestro corazón".

Pececito y la rana comprendieron que el agua es vida, libertad y sabiduría. Regresaron al río con el corazón lleno de conocimiento, listos para seguir compartiendo el valioso significado del agua con todos los habitantes del bosque.

Y así, Pececito continuó su viaje llevando consigo el poderoso significado del agua a cada rincón del bosque, donde todos aprendieron a valorarla y cuidarla como el tesoro que es.

FIN.

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