Una lección de seguridad en línea para niños



Leticia era una niña muy inteligente y creativa, pero últimamente se la pasaba jugando Roblox en su celular todo el día.

Su mamá estaba preocupada porque notaba que Leticia no interactuaba mucho con los demás niños de su edad y que se estaba perdiendo de muchas cosas importantes. Un día, mientras Leticia jugaba Roblox en su habitación, recibió un mensaje en el chat del juego.

Era un jugador desconocido que le preguntó si quería unirse a su equipo para completar una misión especial. Leticia aceptó emocionada y comenzó a jugar junto al nuevo amigo. Sin embargo, pronto descubrió algo extraño: el jugador desconocido le pedía constantemente información personal como su nombre completo, dirección y número de teléfono.

A pesar de las alarmas que sonaban en su cabeza, Leticia seguía dándole información sin pensar en las consecuencias.

Mientras tanto, la mamá de Leticia había estado observando sus patrones de comportamiento y decidió intervenir antes de que fuera demasiado tarde. Se acercó a la habitación de Leticia y vio lo que estaba pasando en la pantalla del celular.

"Leticia, ¿qué estás haciendo? ¿Quién es ese extraño al que le estás dando tu información personal?""Es solo alguien con quien estoy jugando Roblox", respondió ella distraída. "No importa quién sea o qué esté haciendo contigo. Lo importante es proteger tu seguridad online", dijo la mamá seriamente.

Luego explicó a Leticia los peligros potenciales del contacto con extraños en línea y cómo debía cuidarse mejor. Le enseñó cómo configurar la privacidad en su cuenta de Roblox y le mostró cómo encontrar juegos más educativos e interactivos que pudieran ayudarla a desarrollarse mejor.

Desde ese día, Leticia aprendió a ser más consciente de su tiempo en línea y a buscar formas más saludables y divertidas de pasar el tiempo.

Descubrió nuevos intereses como la lectura, los deportes y las artes, y comenzó a conectarse con otros niños fuera del mundo virtual. La historia de Leticia es un recordatorio para todos nosotros sobre la importancia de cuidarnos bien en línea y no perder nunca nuestra conexión con el mundo real.

Con un poco de orientación y disciplina, podemos encontrar un equilibrio sano entre lo digital y lo analógico.

FIN.

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