Una Lección Importante



Había una vez en el cuerpo humano cinco sentidos muy especiales: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Cada uno de ellos tenía una función importante que cumplir para que todo funcionara correctamente.

Un día, los cinco sentidos se reunieron en una sala del cuerpo humano para discutir quién era el más importante. La vista comenzó a alardear diciendo: "-Sin mí, no podrían ver las maravillas del mundo. Soy indispensable".

El oído no tardó en responder: "-Pero sin mí, no podrían escuchar la música ni los sonidos hermosos que existen".

El olfato intervino diciendo:"- Sin mi sentido del olfato, no podrían disfrutar de los aromas deliciosos de las flores y la comida". El gusto agregó:"- Pero sin mí, ¿cómo podrían saborear todas esas comidas deliciosas que tanto les gustan?". Y por último, el tacto dijo:"- Yo soy quien les permite sentir caricias y abrazos cálidos".

La discusión se volvió cada vez más acalorada hasta que finalmente decidieron hacer un experimento. Cada uno de ellos dejaría de cumplir su función durante un día entero para demostrar su importancia. El primer día amaneció con la vista apagada.

Todo estaba oscuro y nadie podía ver nada. La gente tropezaba con objetos y se sentía perdida sin poder orientarse adecuadamente. Fue un día muy difícil para todos.

Al siguiente día fue el turno del oído de dejar de funcionar. No podían escuchar ni siquiera sus propias voces. Los pájaros cantaban pero nadie podía disfrutar de sus melodías. La gente se sentía aislada y triste. El tercer día, el olfato decidió no funcionar.

No había fragancias en el aire, ni siquiera el aroma del café por la mañana. La comida perdía su sabor y la gente se sentía desanimada sin poder disfrutar de esos pequeños placeres.

En el cuarto día fue el turno del gusto de dejar de funcionar. Nada tenía sabor, todo era insípido y aburrido. La comida ya no era un placer sino una obligación. La gente extrañaba las sensaciones que antes experimentaban al comer.

Finalmente, llegó el quinto día y fue cuando el tacto dejó de cumplir su función. Nadie podía sentir caricias ni abrazos cálidos. Se sentían fríos y solos, anhelando ese contacto humano que tanto necesitaban.

Al finalizar los cinco días, los sentidos se reunieron nuevamente para conversar sobre lo ocurrido. Todos habían entendido la importancia vital que cada uno tenía en sus vidas. La vista dijo: "-Sin ti, oído, no podría apreciar la belleza del mundo".

El oído respondió:"- Y sin ti, vista, no podría escuchar música ni voces amigas". El olfato agregó:"- Y sin mí, no podrían disfrutar todos esos aromas maravillosos". El gusto dijo:"- Y sin mí, ¿cómo podrían disfrutar realmente de la comida?".

Por último, el tacto concluyó diciendo:"- Todos somos importantes porque nos complementamos". Desde ese día en adelante, los cinco sentidos trabajaron juntos armoniosamente para brindar a las personas una experiencia completa y maravillosa.

Aprendieron que cada uno tenía su función especial y que su importancia radicaba en trabajar en equipo. Y así, los cinco sentidos del cuerpo humano vivieron felices y entendieron la verdadera importancia de valorarse mutuamente.

FIN.

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