Una lección sobre el cuidado vocal



Juanca era el solista de Eskina Caliente, una banda musical muy popular en la ciudad. Él amaba cantar y bailar sobre el escenario, pero un día se despertó con dolor de garganta y su voz sonaba extraña.

"No puedo creerlo, mi voz no suena bien. ¿Qué voy a hacer? Tenemos una presentación importante este viernes y no quiero decepcionar a mis compañeros ni a nuestros fans", pensó Juanca preocupado.

Fue al médico y le diagnosticaron disfonía, lo que significaba que tenía problemas en las cuerdas vocales. El doctor le dijo que necesitaba descansar su voz durante unos días para recuperarse por completo.

"¿Descansar mi voz? ¡Pero si tenemos una presentación este viernes! No puedo fallarles a mis amigos", se lamentó Juanca. Sin embargo, sus amigos de Eskina Caliente sabían lo importante que era cuidar la salud vocal y apoyaron la decisión del médico.

Le dijeron que descansara todo el tiempo necesario para estar completamente recuperado antes del show.

Los días pasaron lentamente para Juanca mientras seguía las recomendaciones del médico: tomar té de jengibre con miel, hablar lo menos posible y guardar silencio absoluto en momentos críticos como cuando los vecinos hacían ruido o cuando su hermano menor gritaba jugando videojuegos. A medida que pasaban los días, Juanca comenzó a sentirse mejor. Su garganta ya no dolía tanto y podía hablar un poco más sin forzar la voz.

Se animó un poco más al ver cómo sus amigos habían ensayado duro sin él estos días para asegurarse de tener todo listo cuando regresara. Finalmente, llegó el día de la presentación en Loin Latina.

Juanca estaba emocionado y nervioso al mismo tiempo, pero sabía que había hecho todo lo posible para recuperarse. Sus compañeros le dieron una cálida bienvenida cuando llegó al lugar del show. "¡Juanca! ¡Qué bueno verte aquí! ¿Cómo te sientes?", preguntaron sus amigos preocupados.

"Me siento mejor, gracias por preguntar", respondió Juanca con una sonrisa en su rostro. La banda se preparó para salir al escenario y Juanca se unió a ellos. La multitud rugió de emoción cuando aparecieron en el escenario.

Eskina Caliente comenzó a tocar sus canciones más populares y todos cantaban junto con ellos. Cuando llegó el momento de la canción más importante del setlist, Juanca tomó el micrófono para cantarla solo.

Estaba un poco nervioso porque no sabía cómo respondería su voz después de estar enfermo durante tanto tiempo, pero decidió dar lo mejor de sí mismo. Para su sorpresa, su voz sonaba aún mejor que antes. Había descansado lo suficiente como para poder alcanzar notas altas sin esforzarse demasiado.

El público estaba emocionado y aplaudían con entusiasmo cada vez que terminaba una estrofa. Cuando terminaron el concierto, los miembros de Eskina Caliente se abrazaron entre sí en señal de victoria.

Fue uno de los mejores shows que habían dado juntos y sabían que parte del mérito era gracias a la paciencia y disciplina de Juanca. "Gracias por esperarme chicos, no sé qué hubiera hecho sin ustedes", dijo Juanca agradecido.

"¡Por supuesto! ¡No podríamos haberlo hecho sin ti!", respondieron sus amigos emocionados. Juanca aprendió una valiosa lección sobre la importancia de cuidar su voz y su salud en general.

Sabía que tenía un trabajo importante como cantante, pero también sabía que necesitaba descansar y recuperarse cuando estaba enfermo para poder dar lo mejor de sí mismo en el escenario.

FIN.

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