Una lección sobre la responsabilidad
Juana y Zoe eran dos hermanas que se querían mucho, pero a veces discutían. Juana era muy cariñosa y le encantaba jugar con su peluche de perro llamado Chip Chip Potatoes.
Pero ella soñaba con tener un verdadero perrito para poder jugar y abrazar todo el tiempo. Un día, mientras caminaban por el parque, vieron a un pequeño perrito perdido. Era tan lindo que Juana lo tomó en brazos de inmediato.
"Mira Zoe, es como el perrito de mis sueños", dijo emocionada. Zoe también estaba feliz al ver al cachorro, pero recordó algo importante: "Juana, ¿recuerdas que mamá nos dijo que no podemos tener un perro todavía? No tenemos suficiente espacio en casa para cuidarlo adecuadamente".
Juana se sintió triste al escuchar esto, pero sabía que Zoe tenía razón. Así que decidieron buscar al dueño del cachorro perdido para devolverlo a casa.
Después de preguntar por todo el vecindario, finalmente encontraron al dueño del perrito llamado Toby. El dueño estaba muy contento de recuperar a su mascota y les dio las gracias a las dos niñas.
Juana se sintió orgullosa de sí misma por hacer algo bueno ayudando a Toby a volver con su familia. Y aunque todavía deseaba tener un perro propio algún día, entendió la importancia de ser responsable y cuidadosa cuando se trata de cuidar una mascota.
Desde ese día en adelante, Juana aprendió más sobre cómo cuidar adecuadamente a los animales y prometió ser paciente hasta que pudieran tener un perro propio en su hogar. Y Zoe se sintió feliz de tener una hermana menor tan amorosa y considerada.
"Gracias, Zoe, por enseñarme a ser responsable", dijo Juana con una sonrisa. "De nada, Juana. Siempre estaré aquí para ayudarte", respondió Zoe abrazando a su hermana menor. Y así, las dos hermanas caminaron juntas hacia casa, sabiendo que habían aprendido algo nuevo y valioso ese día.
FIN.