Una misión ecológica



En un hermoso bosque llamado Encantado, tres amigas, Sofía, Martina y Valentina, decidieron hacer un picnic para celebrar el cumpleaños de Martina. Mientras disfrutaban de su comida, un oso parlante llamado Benito se acercó a ellas.

- ¡Hola, amigas! ¿Disfrutando del bosque? - dijo el oso. Las tres amigas, sorprendidas, respondieron al unísono. - ¡Sí, estamos muy felices de estar aquí, es un lugar mágico! - exclamaron.

Benito les contó que era el guardián del bosque y que había percibido un peligro inminente. - Chicas, tengo que contarles algo muy importante. Hay un leñador que está dañando este hermoso bosque, cortando árboles sin medida y perjudicando a todos los seres vivos que habitan aquí. Necesito su ayuda.

- les dijo el oso con preocupación. Las tres amigas asintieron, comprometidas a ayudar al bosque que tanto querían. - ¿Qué podemos hacer para ayudar, Benito? - preguntó Valentina. - Tengo una misión para ustedes.

Deben visitar al leñador y explicarle la importancia de cuidar el medio ambiente, de respetar a la naturaleza y de no dañarla. Solo así podremos salvar nuestro hogar. Las amigas aceptaron la tarea y se dirigieron hacia el lugar donde el leñador trabajaba.

Al llegar, vieron al hombre cortando árboles sin detenerse. - ¡Disculpe! - llamó Sofía. El leñador se sorprendió al ver a las tres niñas acompañadas por un oso hablante. - ¿Qué quieren, niñas? - preguntó con curiosidad. - Tenemos algo importante que decirle.

¿Puede escucharnos un momento? - pidió Martina. El leñador accedió y las escuchó atentamente mientras les explicaban la importancia de cuidar el bosque, de respetar a los árboles y a todos los seres vivos que en él habitan.

Al terminar, el leñador parecía reflexivo. - Nunca me había detenido a pensar en todo eso. Creo que cometí un grave error. Gracias por abrirme los ojos, niñas. Prometo cambiar y cuidar este maravilloso lugar.

Las tres amigas sonrieron satisfechas y regresaron al bosque, donde Benito las estaba esperando. - ¡Lo lograron, chicas! Gracias por su valentía y determinación. El bosque les estará eternamente agradecido. Las tres amigas abrazaron al oso, sabiendo que habían logrado un cambio importante.

Desde ese día, continuaron visitando el bosque Encantado, cuidándolo y difundiendo la importancia de proteger el medio ambiente.

FIN.

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