Una niña en el castillo de los dragones
Había una vez en un reino lejano, una niña llamada Sofía, que vivía en un castillo encantado rodeado de dragones. A pesar de sentir miedo, Sofía sabía que debía enfrentar su temor para descubrir el secreto que yacía más allá de los dragones.
Sofía, una niña valiente y curiosa, siempre había escuchado historias sobre el misterioso tesoro escondido en el castillo de los dragones. Un día, decidida a desentrañar el secreto, Sofía se armó de coraje y emprendió su camino hacia el castillo. El camino estaba lleno de peligros, pero ella no se detuvo. Al llegar al castillo, se encontró cara a cara con los temibles dragones.
-¡Alto ahí, pequeña intrusa! –gruñó el dragón más imponente.
Sofía sintió un escalofrío recorriendo su espalda, pero recordó las palabras de su abuelita: “La valentía no es la ausencia de miedo, sino la determinación para seguir adelante a pesar de él”. Con esa enseñanza presente en su mente, se dirigió hacia el dragón con valentía.
-Perdón, señor dragón, solo quiero descubrir el tesoro que se encuentra dentro de este castillo –dijo con voz temblorosa.
Los dragones se miraron entre sí, sorprendidos por la valentía de la pequeña niña. Uno de ellos, el más anciano y sabio, se acercó a Sofía y le dijo: -Nadie antes había llegado tan lejos. Te concederemos el paso, pero con una condición: deberás resolver nuestros desafíos para obtener el tesoro.
Sofía aceptó el desafío con determinación. Los dragones le presentaron una serie de acertijos y pruebas que requirieron astucia, valentía y perseverancia. Con ingenio y coraje, Sofía superó cada desafío, ganándose el respeto de los dragones.
Finalmente, llegó ante el tesoro, que resultó no ser monedas ni joyas, sino conocimientos y sabiduría ancestral. Los dragones le explicaron que el verdadero tesoro radicaba en aprender de la historia, entender otras perspectivas y valores, y tener el coraje de enfrentar los desafíos de la vida.
Sofía regresó a su pueblo como una heroína, compartiendo con todos la sabiduría adquirida. Desde entonces, la valentía y la determinación de Sofía inspiraron a muchos a enfrentar sus propios miedos y a descubrir los tesoros que yacían más allá de sus temores.
FIN.