Una tarde mágica en Disney



Agustina estaba emocionada. Por fin, estaba en Disney con su familia: su papá Pablo, su mamá Gaby y sus abuelos José y Estela. El día de hoy, habían visitado Hollywood Studios y vivido increíbles aventuras con los personajes de Toy Story, Mickey, Bella y Bestia, y Rayo McQueen. Agustina se había reído, había gritado de emoción y había abrazado a sus personajes favoritos. Sin embargo, a la hora de la tarde, el cielo se nubló y comenzó a llover un poco.

— ¡Oh no, la lluvia arruinará nuestro día! —exclamó Agustina con desilusión.

— No te preocupes, Agustina. La lluvia no arruinará nada. ¡Tengo una idea! —anunció su abuelo José con una sonrisa traviesa.

José condujo a la familia hacia un pequeño teatro que estaba cerca. Allí, descubrieron que se iba a realizar un espectáculo sorpresa con los personajes de Disney. Todos se acomodaron y, a pesar de la lluvia afuera, dentro del teatro reinaba la emoción y la alegría. Los personajes de la película Frozen salieron al escenario y comenzaron a cantar. Agustina no podía creer la magia que se estaba desarrollando delante de sus ojos.

Mientras la música y la alegría inundaban el teatro, Agustina se dio cuenta de algo importante: la lluvia no había arruinado su día en absoluto. De hecho, la había llevado a descubrir algo maravilloso que no habrían experimentado de no ser por la lluvia. A veces, las situaciones inesperadas pueden traer las mejores sorpresas. Con esta lección en mente, Agustina disfrutó el resto de la tarde como nunca antes lo había hecho.

FIN.

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