Una visita muy especial



En una casa llena de risas y amor, vivía la familia Martínez. La mamá, Valeria, era una excelente cocinera que siempre tenía una nueva receta lista para probar. Tenía tres hijos: Tomás, que tenía seis años, Lucía, que apenas tenía cuatro, y un pequeño bebé llamado Mateo, que era el más feliz de la casa.

Cada domingo, Valeria preparaba algo delicioso para compartir con su familia. Un día, mientras cocinaba galletitas de chocolate, los niños la miraban con curiosidad.

"¿Mamá, puedo ayudarte a mezclar?" - preguntó Tomás emocionado.

"¡Claro! Vení, tendrás que revolver bien la masa" - respondió Valeria, sonriendo.

Lucía, mientras tanto, intentaba alcanzar la caja de chispas de chocolate en la alacena.

"¡Yo quiero poner las chispas!" - exclamó.

"De acuerdo, pero ten cuidado de no derramar" - le advirtió Valeria.

La casa olía a chocolate y risas cuando un fuerte timbre interrumpió la alegría. Era el abuelo Luis y la abuela Clara.

"¡Sorpresa! Venimos a visitar a nuestros nietos más adorados" - dijo el abuelo, abrazando a Tomás y a Lucía.

"¡Y también traemos torta de manzana!" - añadió la abuela Clara.

Valeria, siempre atenta, les aseguró que había suficiente galletita para todos.

"¡Qué bien! Un festín familiar" - dijo el abuelo Luis, contento.

Luego de los abrazos, todos se sentaron a la mesa. La tarde transcurrió entre risas y cuentos. El abuelo relataba historias de su niñez mientras la abuela se reía de las ocurrencias de los niños.

"Una vez, cuando tenía tu edad, me subí a un árbol y no supe cómo bajar" - contaba el abuelo.

"¡No puedo creerlo! ¡Eso es un poco peligroso!" - gritó Lucía riendo.

Después de la deliciosa comida, Valeria propuso una actividad especial.

"¿Qué les parece si hacemos una búsqueda del tesoro en el jardín?" - sugirió.

"¡Sí!" - gritaron todos al unísono.

La mamá escondió pequeñas sorpresas: dulces, juguetes y cartas con mensajes de amor. Tomás, Lucía y el abuelo comenzaron a buscar, mientras que la abuela cuidaba al pequeño Mateo.

"Aquí hay una pista, dice que hay que buscar en el lugar donde las flores tienen nombre" - leyó Tomás.

"¡Eso tiene que ser el jardín de las rosas!" - dijo Lucía, corriendo hacia allí.

Sin embargo, en el camino, se encontraron con un problema. Un pequeño gato atrapado en un arbusto maullaba desesperadamente.

"¡Oh no! ¡Pobrecito!" - dijo Lucía, preocupada.

"Debemos ayudarlo primero" - sugirió Tomás, decidido.

Y así, dejando de lado la búsqueda del tesoro por un momento, los niños y el abuelo se dedicaron a liberar al gatito. Con mucho cuidado, el abuelo deshecho las ramas y, al fin, el gato pudo escapar.

"¡Bien hecho! Has sido muy valiente, Tomás" - le dijo la abuela Clara, quien los observaba con orgullo.

El pequeño gato, agradecido, se quedó cerca de ellos, haciendo compañía. Después de unas cuantas caricias, decidieron volver a la búsqueda del tesoro.

"Ahora sí, volvamos a buscar la sorpresa" - apuntó Tomás.

La risa y la alegría no faltaron en la búsqueda. Cada sorpresa que hallaron fue un motivo más para celebrar. Cuando encontraron la última pista, todos se reunieron alrededor.

"¡Miren! La última sorpresa está dentro de la casita del árbol" - rejozó Lucía.

"Vamos, todos juntos, ¡ya!" - añadió Valeria, entusiasmada.

Al llegar a la casita, descubrieron un pequeño cofre lleno de sorpresas y cartas llenas de amor, que cada uno había escrito sin que los demás lo supieran. Al abrir el cofre, Valeria encontró una carta de aprecio de sus hijos.

"Mamá, gracias por ser tan buena con nosotros" - decía una parte de la carta. Valeria se sonrojó y abrazó a sus hijos.

"Gracias, mis amores, ustedes son mi tesoro más grande" - les dijo, conteniendo las lágrimas de alegría.

El día terminó con historias a la luz del atardecer, el viento suave y el gato ronroneando en sus rodillas. Nunca olvidarán aquella visita especial, donde aprendieron que, a veces, las sorpresas más grandes vienen de compartir amor y bondad.

Y así, la familia Martínez, siempre unida, continuó creando memorias inolvidables llenas de risas, amor y momentos especiales.

FIN.

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