Unidas por la Diversidad



Había una vez en un hormiguero de Pals, una pequeña hormiga llamada Anita. Anita era diferente a las demás hormigas de su colonia.

Mientras que las otras se enfocaban en trabajar sin descanso y seguir las reglas al pie de la letra, Anita siempre estaba buscando nuevas formas de hacer las cosas y pensaba fuera de lo común. Un día, mientras exploraba los alrededores del hormiguero, Anita se encontró con una mariquita solitaria llamada Lola.

Las demás hormigas le tenían miedo a Lola porque era distinta a ellas y tenía manchas de colores en el caparazón. Pero Anita no juzgó a Lola por su apariencia y decidió acercarse a ella.

"¡Hola! Soy Anita, ¿cómo te llamas?" -dijo la valiente hormiga. Lola miró sorprendida a Anita y respondió: "Soy Lola, pero nadie quiere jugar conmigo porque soy diferente". "No te preocupes", dijo Anita con una sonrisa amable.

"En mi colonia todos somos bienvenidos, sin importar cómo seamos". Anita llevó a Lola al hormiguero y la presentó ante sus compañeras.

Al principio, algunas se mostraron reticentes ante la presencia de la mariquita, pero gracias a la actitud comprensiva y amistosa de Anita, poco a poco fueron aceptando a Lola tal como era. Un día, cuando una terrible tormenta amenazaba con inundar el hormiguero, fue Lola quien tuvo la idea brillante de construir un puente para desviar el agua lejos del hogar de las hormigas.

Gracias a su valentía y creatividad lograron salvar todo el trabajo que habían acumulado durante meses. Las demás hormigas aprendieron entonces que ser diferentes no significa ser menos capaz o menos valioso.

Aceptar las diferencias entre ellos les permitió trabajar juntos en armonía y superar cualquier obstáculo que se les presentara. Desde ese día en adelante, el espíritu solidario y tolerante que enseñó Anita perduró en el corazón de todas las hormigas del hormiguero de Pals.

Y juntas lograron construir un lugar donde cada uno podía ser auténtico sin temor al rechazo. Y colorín colorado este cuento ha terminado, ¡pero recuerda siempre aceptar a los demás tal como son!

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!