Unidos en la Montaña



Había una vez un granjero llamado Miguel, que vivía en una pequeña granja junto a su hija Sofi. Juntos cuidaban de todos los animales: el zorro, el pato, el burro y el sapo.

Un día, mientras Miguel y Sofi estaban trabajando en la granja, se dieron cuenta de que algo extraño estaba ocurriendo. Los animales parecían estar tristes y desanimados. "¿Qué les pasa a nuestros amigos animals?", preguntó Sofi preocupada.

El zorro fue el primero en hablar y explicó: "Estamos cansados de hacer siempre lo mismo todos los días. Nos gustaría tener nuevas aventuras y descubrir cosas emocionantes". Miguel y Sofi entendieron perfectamente lo que decían los animales.

Así que decidieron organizar un viaje sorpresa para ellos. "¡Vamos a llevarlos a la montaña!", exclamó Miguel emocionado. Sofi se encargó de preparar las mochilas con comida para todos los animales. Mientras tanto, Miguel arreglaba la camioneta para poder llevarlos hasta allí.

Cuando todo estuvo listo, subieron al vehículo junto con el zorro, el pato, el burro y el sapo. Partieron rumbo a la montaña cantando canciones divertidas durante todo el camino. Al llegar a la montaña, los animales no podían contener su emoción.

Nunca habían estado en un lugar tan hermoso antes. "Aquí podrán correr libres por praderas verdes", dijo Sofi entusiasmada. "Y explorar cuevas misteriosas", agregó Miguel sonriente. Los animales se adentraron en la montaña y comenzaron a descubrir cosas nuevas.

El zorro encontró un rastro de conejo y decidió seguirlo. El pato nadó en un pequeño lago, mientras que el burro disfrutaba del aire fresco y el sapo saltaba de piedra en piedra.

Pero entonces, una fuerte tormenta empezó a caer sobre ellos. Todos buscaron refugio rápidamente, pero se dieron cuenta de que habían perdido a Miguel y Sofi. "¡No podemos dejarlos solos!", exclamó el zorro preocupado.

Con valentía, los animales decidieron volver sobre sus pasos para encontrar a sus amigos. A pesar de la lluvia y el viento, no se rindieron. Finalmente, encontraron a Miguel y Sofi resguardados bajo un árbol.

Estaban preocupados por los animales, pero también aliviados al verlos regresar sanos y salvos. "Gracias por venir a buscarnos", dijo Sofi con lágrimas en los ojos. "Nos dimos cuenta de que lo más importante es estar juntos", agregó Miguel abrazando a todos los animales.

Regresaron a la granja con una lección aprendida: no importa cuántas aventuras vivan o lugares nuevos descubran; lo más valioso siempre será compartir esos momentos con aquellos que amamos. Desde ese día, la granja fue aún más especial para todos ellos.

Juntos trabajaban duro durante el día y compartían emocionantes historias por las noches junto al fuego. Y así vivieron felices cada uno de sus días, sabiendo que nunca estarían solos mientras tuvieran su amistad y amor.

FIN.

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