Unidos frente al cataclismo
Tanyiro era el director de recursos humanos de una pequeña empresa llamada Innovacorp. Su trabajo era cuidar y organizar a todas las personas talentosas que trabajaban en la empresa. Un día, mientras todos estaban ocupados en sus labores, recibieron una noticia impactante: un enorme meteorito se dirigía directo hacia la empresa. Tenían poco tiempo y pocos recursos para prepararse. Tanyiro sabía que debía actuar de inmediato.
Se reunió con el equipo y les explicó la situación. Todos estaban asustados, pero Tanyiro les recordó lo unidos que eran y lo talentosos que cada uno era en su área. Les propuso un plan: cada persona utilizaría sus habilidades para preparar la empresa y protegerse del impacto inminente del meteorito. Algunos construirían refugios, otros resguardarían los equipos importantes, y unos más buscarían información para saber cómo actuar.
Con el tiempo corriendo en su contra, el equipo se puso manos a la obra. Todos estaban concentrados en lo que debían hacer. Tanyiro iba de un lado a otro, coordinando y animando al equipo en cada tarea. El espíritu de solidaridad y cooperación llenaba el ambiente.
Poco a poco, la empresa tomaba forma de un lugar seguro. Los refugios estaban listos, los equipos resguardados y la información necesaria estaba en manos de todos. Finalmente, el meteorito impactó, pero gracias al arduo trabajo del equipo, la empresa resistió el golpe sin sufrir grandes daños.
Todos se abrazaron con alivio y felicidad. Tanyiro agradeció a cada uno por su valiosa contribución y les recordó lo poderosos que podían ser cuando trabajaban juntos. A partir de ese día, la empresa se volvió aún más unida y fuerte, enfrentando juntos cualquier desafío que se les presentara.
FIN.