Unidos por la amistad



Había una vez en la selva un oso llamado Benito, que era muy amigable y siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con su amigo Loro, quien estaba muy triste. "¿Qué te pasa, Loro? ¿Por qué estás tan abatido?" -preguntó Benito con preocupación. "Es que no sé qué hacer.

Mi comida favorita es la sopa de lombrices, pero hoy no encuentro ninguna en el bosque", respondió Loro con tristeza. Benito pensó por un momento y luego exclamó: "¡No te preocupes, amigo! Sé dónde podemos encontrar las mejores lombrices del bosque. Vamos juntos a buscarlas".

Así que Benito y Loro se adentraron en el bosque en busca de las codiciadas lombrices para la sopa de Loro. Mientras caminaban, escucharon un ruido extraño proveniente del río cercano. Al acercarse, descubrieron que era Cocodrilo llorando desconsoladamente.

"¿Qué te ocurre, Cocodrilo? ¿Por qué lloras?" -preguntó Benito con compasión. "Mi nube favorita se perdió en el río y no puedo alcanzarla. ¡Es tan hermosa y especial para mí!" -respondió Cocodrilo entre sollozos.

Benito miró a Loro y le dijo: "Debemos ayudar a Cocodrilo a recuperar su nube perdida. ¡Vamos todos juntos al río!"Los tres amigos se dirigieron al río y vieron la nube flotando sobre las aguas rápidas.

Sin dudarlo ni un instante, Benito saltó al agua y nadó hasta llegar a la nube. Con todas sus fuerzas logró atraparla y regresarla sana y salva a Cocodrilo. "¡Gracias, gracias por haberme ayudado! ¡Son los mejores amigos que alguien podría desear!" -exclamaba emocionado Cocodrilo mientras abrazaba efusivamente a sus salvadores.

Una vez resuelto el problema de la nube perdida de Cocodrilo, los tres amigos continuaron su camino en busca de las lombrices para la sopa de Loro.

Finalmente llegaron al lugar donde habitaban las lombrices más jugosas del bosque y recolectaron suficientes para preparar una deliciosa sopa. Al caer la noche, los cuatro amigos se sentaron alrededor de una fogata disfrutando de la sabrosa sopa caliente hecha con cariño por Loro.

Entre risas y anécdotas compartidas prometieron seguir siendo amigos inseparables y apoyarse mutuamente en cada aventura que enfrentaran juntos. Y así termina esta historia donde Oso, Sopa, Loro, Cocodrilo y Nube demostraron que la verdadera amistad está presente cuando nos necesitamos unos a otros.

FIN.

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