Unidos por la amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, donde todos los animales vivían en armonía. En esa villa, existía una familia de gatos muy especial: la familia Garra.

Estaba formada por Papá Garra, Mamá Garra y sus tres hijos: Pelusa, Luna y Tomás. Un día soleado, mientras los gatitos jugaban en el patio de su casa, vieron a lo lejos a un perro callejero que se acercaba lentamente.

Los tres hermanos se asustaron y corrieron a refugiarse dentro de su casita. El perro se llamaba Rufus y tenía una pata lastimada. Al ver al perro en apuros, Pelusa propuso ayudarlo. "-¿Qué hacemos? No podemos dejarlo solo", dijo con preocupación en su voz.

Luna agregó: "-Pero es un perro, ¿qué haremos si nos ataca?". Tomás, el más valiente de los tres hermanos, decidió acercarse al perro para hablar con él.

Sorprendentemente, Rufus resultó ser amable y cariñoso a pesar de su aspecto fiero. Les contó que se había perdido y que estaba buscando comida y un lugar seguro donde descansar.

Los gatitos sintieron compasión por Rufus y decidieron llevarlo a la escuela del pueblo para pedir ayuda a la maestra Lulú, una sabia lechuza que siempre tenía soluciones para todo tipo de problemas. Al llegar a la escuela con Rufus cojeando detrás de ellos, los gatitos explicaron la situación a la maestra Lulú.

Ella escuchó atentamente y les propuso una idea brillante: organizar una colecta entre las familias del pueblo para ayudar al pobre Rufus.

La noticia se extendió rápidamente por Villa Feliz y pronto todas las familias colaboraron con comida, medicinas e incluso algunos juguetes para el nuevo amigo animal del pueblo. Rufus se recuperó rápidamente gracias al cuidado de todos los habitantes de Villa Feliz. Se convirtió en el guardián del pueblo y nunca más volvió a sentirse solo o desamparado.

Los gatitos aprendieron una gran lección ese día: no juzgar a alguien por su apariencia o especie, sino darle una oportunidad antes de sacar conclusiones precipitadas.

Desde entonces, la familia Garra compartió muchas aventuras junto a Rufus, demostrando que la amistad puede superar cualquier diferencia o prejuicio. Y así vivieron felices todos juntos en Villa Feliz, donde cada día era una nueva oportunidad para aprender algo nuevo y crecer como mejores amigos.

Dirección del Cuentito copiada!