Unidos por la valentía



Había una vez un chico llamado Fran, quien siempre fue muy tímido y reservado. A pesar de su timidez, tenía grandes sueños de estudiar en la UADE y convertirse en un profesional exitoso para ganar mucho dinero.

Fran sabía que el camino no sería fácil, pero estaba decidido a esforzarse al máximo. Finalmente llegó el día en que Fran ingresó a la UADE, emocionado pero nervioso por lo que le esperaba.

Al entrar a su primer día de clases, se encontró con Facu, un estudiante extrovertido y carismático que parecía conocer a todos en la universidad. "¡Hola! Soy Facu, ¿tú eres nuevo aquí?", dijo Facu con una sonrisa amigable.

Fran asintió tímidamente, sorprendido por la amabilidad de Facu. A medida que pasaban los días, Facu se convirtió en el amigo más cercano de Fran.

Facu lo animaba a participar en las clases, lo invitaba a actividades extracurriculares y lo ayudaba a relacionarse con otros estudiantes. "¡Vamos Fran! Tú eres capaz de lograr todo lo que te propongas. Confía en ti mismo", alentaba Facu constantemente.

Poco a poco, gracias al apoyo y la confianza que le brindaba Facu, Fran comenzó a salir de su caparazón y mostrarse tal como era realmente. Descubrió habilidades y talentos que ni siquiera él sabía que tenía. Se volvió más seguro de sí mismo y empezó a destacarse en sus estudios.

Un día, durante una clase importante donde los estudiantes debían exponer sus proyectos frente al profesor y compañeros, Fran decidió dar un paso adelante. Con el ánimo inquebrantable de Facu detrás suyo, subió al escenario y presentó su proyecto con seguridad y claridad.

El profesor quedó impresionado por el trabajo de Fran e incluso lo felicitó frente a toda la clase.

Ese día marcó un antes y un después en la vida de Fran; había superado sus miedos gracias al apoyo incondicional de su amigo Facu. Al finalizar el semestre, los resultados académicos de Fran fueron excepcionales. Había alcanzado notas altas en todas sus materias e incluso recibió una beca por su desempeño destacado.

Todo esto no habría sido posible sin la influencia positiva de Facu en su vida. Cuando se graduaron juntos como profesionales exitosos, Fran miró atrás con gratitud hacia aquel primer día en la UADE donde conoció a Facu.

Su amistad había cambiado rotundamente su vida para siempre; ahora ambos compartían no solo éxito académico sino también una amistad sincera e inquebrantable. Y así demostraron que cuando dos personas se apoyan mutuamente pueden alcanzar cosas increíbles juntas.

FIN.

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