Uniendo Diferencias



Julio y Juliana eran grandes amigos desde que eran pequeños. Les encantaba jugar juntos, correr por el parque y contar chistes divertidos. Un día decidieron hacer un escondite en el bosque cercano a sus casas.

Se reunieron temprano en la mañana y comenzaron a buscar los mejores lugares para esconderse. Julio se metió detrás de un árbol grande, mientras que Juliana encontró una roca grande donde podía ocultarse perfectamente.

Pero justo cuando empezaron a jugar, escucharon gritos provenientes de las casas cercanas. Las familias de Julio y Juliana estaban peleando entre sí, discutiendo por cosas sin importancia. Julio estaba triste porque no sabía cómo solucionar esa situación.

Entonces, Juliana le dijo con voz suave:- Julio, ¿por qué no les mostramos cómo nos llevamos bien nosotros dos? Tal vez puedan aprender algo de nuestra amistad. Julio asintió emocionado ante la idea y ambos salieron del bosque tomados de la mano.

Se acercaron a las casas donde estaban sus familias discutiendo y les dijeron:- ¡Paren! No tiene sentido pelearse así. Nosotros somos amigos y nos llevamos bien a pesar de nuestras diferencias. Las familias se detuvieron al verlos juntos y sonrientes.

De repente comprendieron lo importante que era dejar atrás las diferencias y valorar lo que tenían en común: el amor por sus hijos.

A partir de ese momento, las peleas disminuyeron considerablemente entre ambas familias gracias al ejemplo que dieron Julio y Juliana con su amistad sincera. Y así, aprendieron que a veces las soluciones más simples son las mejores y que la amistad verdadera puede superar cualquier obstáculo.

Desde entonces, Julio y Juliana siguieron jugando juntos, corriendo por el parque y contando chistes divertidos como siempre lo habían hecho.

FIN.

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