Unión en la Naturaleza



Había una vez en un lejano país, un río llamado Río Verde que fluía alegremente por el valle, llevando vida y alegría a todos los seres que habitaban a su alrededor.

En las profundidades de sus aguas vivían peces de colores brillantes y plantas acuáticas bailaban al compás de la corriente. Un día, el Río Verde se encontró con una laguna llamada Laguna Azul, donde vivían patos, ranas y tortugas.

Al principio, la laguna estaba un poco asustada de recibir al río en su territorio, pero pronto se dieron cuenta de lo mucho que tenían en común.

"¡Hola, querida Laguna Azul! Soy el Río Verde y vengo en paz para compartir contigo la belleza de nuestras aguas", dijo el río con amabilidad. La Laguna Azul se sintió aliviada al escuchar las palabras del río y juntos comenzaron a entablar una hermosa amistad.

Los habitantes de la laguna disfrutaban viendo pasar los peces del río y los animales acuáticos del lugar vecino. Un día, mientras exploraban juntos los alrededores, descubrieron un lago inmenso llamado Lago Cristalino.

El lago era tan grande que parecía no tener fin, y en sus aguas vivían criaturas misteriosas como nutrias juguetonas y garzas elegantes. "¡Saludos, estimado Lago Cristalino! Somos el Río Verde y la Laguna Azul, ¿podemos visitarte en paz?", preguntaron con respeto.

El Lago Cristalino les dio la bienvenida con alegría y les mostró todos los rincones maravillosos que guardaba en su interior. Juntos nadaron por sus aguas cristalinas admirando la diversidad de vida marina que allí habitaba. Sin embargo, un día oscuro llegó a la región cuando una sequía amenazaba con secar el Río Verde.

Sus aguas empezaron a disminuir lentamente, poniendo en peligro a todos los seres vivos que dependían de él para sobrevivir.

Los habitantes del río se reunieron para buscar soluciones y fue entonces cuando recordaron al amigo Lago Cristalino y su inmensidad de agua. Decidieron pedir ayuda al lago para trasladar temporalmente a todas las criaturas del Río Verde hasta allí mientras esperaban que volviera la lluvia.

El Lago Cristalino aceptó sin dudarlo e hizo espacio para dar refugio a todos los peces, ranas y demás seres acuáticos provenientes del Río Verde. La solidaridad entre ellos demostró ser más fuerte que cualquier adversidad.

Finalmente, después de varios días angustiantes, las nubes grises se abrieron y una lluvia revitalizante cayó sobre la región. El nivel del agua en el Río Verde comenzó a recuperarse poco a poco gracias a esta bendición natural.

Una vez restablecido completamente el caudal del río gracias también a las bondadosa acción del Lago Cristalino, todos pudieron regresar felices cada uno hacia sus hogares originales llenos ahora más si cabe con nuevos amigos.

Desde ese día en adelante aprendieron lo importante que es cuidar unos de otros, trabajar juntos frente dificultades, y siempre estar dispuestos ayudarnos mutuamente. Y así continuaron disfrutando juntos compartiendo aventuras por tierras fluyendo siempre juntas. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerden mis pequeños : "El trabajo colaborativo es fundamental para superar obstáculos".

FIN.

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