Unión en la Pradera
Había una vez en un hermoso campo de la Pampa Argentina, dos caballos llamados Manchitas y Rayito.
Manchitas era el caballo más aventurero y siempre estaba buscando nuevas experiencias, mientras que Rayito era más tranquilo y prefería quedarse cerca de su cerca para tomar agua fresca. Un día, Manchitas decidió escapar de su cercado para explorar el mundo fuera de él. Corrió libremente por los campos, disfrutando del viento en su melena y la hierba bajo sus patas.
Sin embargo, cada vez que tenía sed o hambre, regresaba rápidamente a su cercado para beber agua cristalina y comer pasto fresco. Mientras tanto, Rayito se sentía atrapado dentro de su cercado.
Observaba con anhelo cómo Manchitas disfrutaba de la libertad y soñaba con poder hacer lo mismo algún día. Un día, cansado de estar siempre encerrado, Rayito tomó coraje y decidió escapar también.
Juntos, Manchitas y Rayito emprendieron un emocionante viaje hacia el bosque que se encontraba al otro lado del campo. Caminaron por senderos estrechos rodeados por altos árboles frondosos. La brisa fresca acariciaba sus crines mientras avanzaban llenos de entusiasmo.
De repente, en medio del camino estrecho se encontraron con varias vacas que parecían bloquearles el paso hacia el bosque deseado. Las vacas eran grandes e imponentes; sin embargo, las miradas tristes en sus ojos revelaban algo importante.
Manchitas se acercó a una vaca llamada Margarita y le preguntó con curiosidad: "¿Por qué están aquí bloqueando el camino, amigas vacas?"Margarita respondió con tristeza: "Estamos atrapadas en este lado de la cerca.
Del otro lado hay un pastizal verde y jugoso que nos encantaría disfrutar, pero no podemos llegar hasta allí". Manchitas y Rayito se miraron entre ellos y comprendieron que ahora tenían una misión importante. Juntos, idearon un plan para ayudar a las vacas a cruzar al otro lado de la cerca.
Primero, Manchitas corrió hacia el cercado donde solía tomar agua y comer pasto fresco. Con su fuerza y habilidad, logró abrir una pequeña brecha en la cerca que permitiría a las vacas pasar al otro lado.
Luego, Rayito se acercó a las vacas y les dijo: "Amigas vacas, hemos abierto un camino para que puedan cruzar al pastizal del otro lado de la cerca. Ahora podrán disfrutar de su comida favorita". Las vacas no podían creer lo que escuchaban.
Estaban emocionadas por tener finalmente acceso al delicioso pasto verde del otro lado de la cerca. Una por una, las vacas pasaron cuidadosamente por la brecha en la cerca gracias a Manchitas y Rayito.
Llenaron sus estómagos con el sabroso pasto mientras expresaban su gratitud hacia los dos caballos valientes. Desde ese día en adelante, Manchitas y Rayito se convirtieron en héroes para todas las vacas del campo.
Todos los animales aprendieron algo importante: trabajar juntos puede superar cualquier obstáculo y hacer posible lo imposible. Manchitas y Rayito, con su valentía y generosidad, demostraron que el verdadero valor radica en ayudar a los demás.
Y así, siguieron viviendo aventuras juntos mientras inspiraban a todos los animales del campo a ser amables y solidarios. Y colorín colorado, esta historia de amistad y valentía ha terminado.
FIN.