Unión Familiar



Había una vez una familia muy unida compuesta por papá, mamá, mi hermanito Tomi y yo. Vivíamos en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques.

Nos encantaba pasar tiempo juntos haciendo excursiones, jugando en el río y explorando la naturaleza. Un día, mientras estábamos de paseo por el bosque, nos encontramos con un mapache que parecía estar perdido. Estaba asustado y no sabía cómo regresar a su hogar.

Mi mamá sugirió llevarlo con nosotros para cuidarlo hasta encontrar a su familia. El mapache se llamaba Roco y rápidamente se convirtió en parte de nuestra familia. "¡Qué lindo es Roco! Podríamos ser amigos para siempre", dijo Tomi emocionado.

Decidimos ayudar a Roco a encontrar su camino de regreso al bosque donde vivía con su familia. Durante días recorrimos senderos, trepamos árboles y buscamos pistas que nos llevaran a su hogar.

Finalmente, después de mucha perseverancia, logramos dar con el lugar exacto donde vivían los mapaches. Al llegar allí, nos recibieron con alegría todos los amigos de Roco: sus padres, hermanos y primos. Estaban tan felices de verlo sano y salvo que organizaron una gran fiesta en nuestro honor.

Bailamos alrededor de una fogata, compartimos historias y reímos juntos bajo las estrellas. "¡Gracias por traer a nuestro querido Roco de vuelta! Son una familia maravillosa", expresó la mamá mapache con gratitud.

Nos despedimos entre abrazos cálidos y promesas de volver a visitarlos pronto. Mientras caminábamos de regreso a casa, reflexionamos sobre lo importante que es la unión familiar, la solidaridad y el trabajo en equipo para superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.

Desde ese día, cada vez que recordábamos nuestra aventura con Roco, sentíamos aún más fuerte el vínculo especial que nos unía como familia. Y así seguimos adelante, listos para enfrentar juntos cualquier nueva aventura que la vida tuviera preparada para nosotros.

FIN.

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