Unión inesperada



Había una vez, en lo alto de una montaña cubierta de nieve, un zorro travieso llamado Rony. Rony era conocido por ser muy astuto y por siempre andar en busca de alguna travesura que hacer.

Un día, mientras paseaba por la montaña, Rony vio a una oveja solitaria llamada Lola. Lola había perdido su rebaño y no sabía cómo regresar con ellos. Estaba asustada y confundida, pero al ver al zorro se sintió aún peor.

Rony se acercó a Lola con una sonrisa en el rostro y le dijo: "Hola, amiga oveja. ¿Por qué estás tan triste?".

Lola miró al zorro con desconfianza y respondió: "He perdido a mi rebaño y no sé cómo volver con ellos. Temo estar sola aquí arriba". Rony pensó por un momento y luego dijo: "No te preocupes, yo te ayudaré a encontrar a tu rebaño.

Pero antes, ¿te gustaría jugar un juego?"Lola dudó al principio, pero viendo la amabilidad en los ojos del zorro decidió aceptar. Así que Rony propuso jugar al escondite en la montaña nevada. "Yo me esconderé primero", dijo Rony emocionado. Y así comenzaron a jugar.

Rony se escondió entre los árboles mientras Lola contaba hasta diez. Cuando terminó de contar, empezó a buscar al zorro travieso. Después de un rato buscando, Lola escuchó un pequeño ruido detrás de unos arbustos.

Se acercó sigilosamente y descubrió a Rony tratando de contener la risa. "¡Te encontré!", exclamó Lola riendo. Rony también rió y luego le dijo: "Has sido muy buena encontrándome, eres muy lista".

Lola se sintió feliz por el cumplido del zorro y juntos continuaron jugando durante horas hasta que el sol comenzó a ponerse en el horizonte. "Es hora de encontrar a tu rebaño", dijo Rony finalmente.

Lola asintió con gratitud y siguió al zorro mientras él la guiaba hacia donde había visto pasar al rebaño unas horas antes. Finalmente llegaron al valle donde estaba el resto del rebaño pastando tranquilamente. Lola corrió hacia ellos emocionada mientras las otras ovejas la recibieron con alegría.

"Gracias por ayudarme", dijo Lola volteando hacia donde estaba Rony pero ya no lo veía por ningún lado. Desde lo alto de la montaña nevada resonaron las palabras del astuto zorro: "Nunca olvides que tener amigos verdaderos es más valioso que cualquier travesura".

Y así termina esta historia de amistad entre un zorro travieso y una oveja perdida en lo alto de una montaña cubierta de nieve.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!