Unión y determinación en el Instituto Miraflor
En el Colegio Miraflor, los alumnos y alumnas de 6º grado estaban emocionados porque se acercaba el final del año escolar.
Habían compartido tantos momentos juntos, aprendido tanto y ahora se preparaban para un nuevo desafío: ¡ir al Instituto! -¡No puedo creer que ya vamos a dejar la primaria! -exclamó Martina, una de las alumnas más extrovertidas del curso. -Es verdad, parece que fue ayer cuando empezamos primer grado -respondió Tomás, su mejor amigo.
El día de la despedida llegó y todos estaban llenos de emociones encontradas. Por un lado estaban tristes por dejar atrás a sus maestros y compañeros de toda la vida, pero por otro lado estaban ansiosos por lo que les esperaba en el Instituto.
La directora del colegio se acercó al grupo con una sonrisa cálida en el rostro. Les dijo:-Chicos y chicas, sé que están nerviosos por este nuevo paso, pero confíen en ustedes mismos.
Han demostrado ser unos estudiantes excepcionales y estoy segura de que brillarán en esta nueva etapa. Los niños asintieron con determinación. Sabían que tenían todo lo necesario para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
Al llegar al Instituto, se encontraron con un edificio mucho más grande y bullicioso que su querido colegio. Las clases eran más exigentes y debían adaptarse a nuevos horarios y profesores. -¡Esto es tan diferente! -exclamó Sofía, mirando a su alrededor con asombro. -Sí, pero podemos hacerlo.
Somos el increíble equipo de 6º grado del Colegio Miraflor -dijo Juan con determinación. Los días pasaron y los chicos fueron superando cada obstáculo que se les presentaba.
Se ayudaban mutuamente, estudiaban juntos y nunca perdían la alegría ni las ganas de aprender.
Un día, durante una clase de matemáticas especialmente difícil, Martina levantó la mano y dijo:-Profesora, ¿podría explicarnos nuevamente cómo resolver esta ecuación? La profesora sonrió ante la iniciativa de Martina e inmediatamente comenzó a explicar detalladamente el problema. Poco a poco, todos los demás alumnos fueron comprendiendo hasta llegar a la solución correcta.
Al finalizar la clase, la profesora felicitó al grupo:-¡Estoy muy orgullosa de ustedes! Han demostrado trabajo en equipo, perseverancia y humildad para pedir ayuda cuando lo necesitan. Son un ejemplo para todos sus compañeros. Los niños se miraron entre sí con una mezcla de orgullo y satisfacción. Sabían que juntos podían lograr cualquier cosa.
Así fue como los alumnos y alumnas de 6º grado del Colegio Miraflor enfrentaron el desafío de ir al Instituto: unidos, valientes e imparables. Y aunque extrañaban su vieja escuela, sabían que siempre llevarían consigo los valores y enseñanzas que habían recibido ahí.
FIN.