Unión y solidaridad en el pueblo



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Alegría, cuatro amigas inseparables: Luna, Sol, Estrella y Mar.

Ellas eran conocidas por todos por su increíble amistad y los valores que siempre practicaban juntas: la solidaridad, la equidad y la fraternidad. Un día, mientras paseaban por el parque central del pueblo, vieron a un niño llorando porque se le había caído su helado al suelo. Sin dudarlo ni un segundo, las cuatro amigas se acercaron para consolarlo.

"¿Qué te pasa, amiguito?", preguntó Luna con ternura. "Se me cayó mi helado y no tengo más dinero para comprar otro", respondió el niño entre sollozos.

Las cuatro amigas se miraron entre sí y sin decir nada más, cada una sacó un poco de dinero de sus bolsillos y juntaron lo suficiente para comprarle al niño no uno, ¡sino dos helados!"¡Aquí tienes! Ahora podrás disfrutar de dos helados", dijo Sol con una sonrisa.

El niño les miró sorprendido y agradecido. A partir de ese momento, los cuatro se convirtieron en amigos inseparables. Juntos pasaban tardes enteras jugando en el parque y ayudando a quienes lo necesitaban en el pueblo.

Una tarde, mientras caminaban cerca del río, escucharon unos ruidos extraños provenientes de un árbol cercano. Al acercarse descubrieron a un gatito atrapado en una rama alta. "Pobrecito gatito, tenemos que ayudarlo", dijo Estrella preocupada.

Sin pensarlo dos veces, Mar subió al árbol con cuidado y logró rescatar al minino sano y salvo. El gatito les dio las gracias con maullidos cariñosos antes de salir corriendo hacia su hogar.

La noticia sobre la valentía y generosidad de las cuatro amigas se extendió rápidamente por todo el pueblo. La gente empezó a admirarlas aún más e incluso les pidieron consejos sobre cómo practicar la solidaridad en su vida diaria.

Una noche, durante una cena especial organizada en honor a ellas por todo lo que habían hecho por Alegría, las cuatro amigas reflexionaron juntas sobre lo importante que era mantenerse unidas y seguir practicando esos valores tan nobles que las definían como personas maravillosas.

Desde entonces, Luna, Sol, Estrella Mar siguieron siendo ejemplo para todos en Alegría demostrando que la vida humana es mucho mejor cuando se vive con solidaridad, equidad fraternidad. Y así vivieron felices para siempre compartiendo amor y bondad con todos los que encontraban en su camino.

FIN.

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