Úrsula y la Luz del Mundo



Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos cristalinos, vivía Úrsula, una niña con ojos curiosos y una sonrisa radiante.

Desde que nació, tenía la habilidad especial de transmitir luz y alegría a todos los que la rodeaban con tan solo unas palabras amables.

Úrsula también era muy tímida y le costaba hacer amigos, pero eso no le impedía recorrer cada rincón del pueblo en busca de aventuras junto a su fiel compañera Estrella, una perrita juguetona con el pelaje tan brillante como el resplandor de las estrellas en el cielo nocturno.

Una noche, mientras caminaban por el bosque iluminado por la luz plateada de la luna, Úrsula escuchó unos susurros provenientes de un árbol centenario. Intrigada, se acercó lentamente y descubrió a un búho sabio posado en una rama. "¡Hola! ¿Quién eres?", preguntó Úrsula con su voz dulce y cálida. "Soy Olimpo, el guardián del bosque.

He escuchado sobre tu don especial para llevar alegría a los demás", respondió el búho con solemnidad. "¿Y cómo puedo usar mi don para ayudar al bosque?", preguntó Úrsula con entusiasmo.

Olimpo explicó a Úrsula que algunos árboles del bosque estaban tristes porque habían olvidado lo hermosos que eran. Le pidió a Úrsula que les recordara lo valiosos que eran con sus palabras llenas de luz y alegría. Decidida a ayudar, Úrsula se adentró en el bosque junto a Estrella.

Con cada árbol al que se acercaba, compartía palabras de amor y gratitud. Pronto, los árboles empezaron a brillar con colores vibrantes y sus hojas danzaban al ritmo del viento como si estuvieran celebrando.

De repente, un zorro travieso apareció entre los arbustos y les dijo que había visto cómo unas criaturas oscuras intentaban apagar la luz del sol para sumir al mundo en la oscuridad.

Sin dudarlo, Úrsula decidió ir en busca de estas criaturas malignas para proteger la luz del día. Con valentía e ingenio logró encontrarlas escondidas en una cueva profunda. Eran sombras temibles que intentaban extinguir toda fuente de luz.

Pero gracias al poder luminoso de las palabras de Úrsula, las sombras comenzaron a disiparse hasta desaparecer por completo. "¡Hemos triunfado!", exclamó Estrella emocionada mientras movía su cola felizmente. "Gracias por recordarnos el valor de la luz", dijeron las sombras antes de desvanecerse por completo.

De regreso al pueblo, todos celebraron la valentía y bondad de Úrsula. Desde ese día en adelante, cada vez más personas venían a escuchar las palabras llenas de brillo y alegría que ella compartía con generosidad.

Y así fue como Úrsula descubrió no solo el poder transformador de sus palabras luminosas sino también la importancia de enfrentar los desafíos con coraje y determinación.

Junto a Estrella bailaba bajo la luna cada noche recordando siempre que la verdadera magia reside en compartir amor y esperanza dondequiera que vayan.

FIN.

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