Valentía en las alas del hada


Había una vez dos amigas, Lucía y Martina, que decidieron dar un paseo por el camino de la Ermita en una hermosa tarde de verano.

Mientras caminaban juntas, admiraban la naturaleza a su alrededor y se maravillaban con la belleza del lugar. De repente, en el cielo estrellado, vieron una estrella fugaz cruzar velozmente. emocionadas, las dos amigas cerraron los ojos y pidieron un deseo en silencio.

Para su sorpresa, al abrirlos nuevamente, se encontraron frente a frente con un pequeño ada de brillante luz. - ¡Hola! Soy Ada, el hada madrina -dijo la diminuta criatura con una sonrisa-. He venido para cumplirles un deseo a cada una.

Lucía y Martina se miraron asombradas y no podían creer lo que veían. Sin embargo, decidieron jugarle el juego al hada y le contaron sus deseos más profundos: Lucía quería ser valiente para superar sus miedos, mientras que Martina anhelaba tener más confianza en sí misma.

El hada asintió con dulzura y extendió sus manos hacia las amigas. De repente, una luz cálida envolvió a Lucía y Martina, llenándolas de energía positiva.

En ese instante mágico, sintieron cómo sus corazones se llenaban de coraje y autoestima. - Recuerden siempre que la verdadera valentía viene de enfrentar nuestros temores con amor en el corazón -aconsejó Ada antes de desaparecer entre destellos luminosos. Las dos amigas se abrazaron emocionadas y agradecidas por aquella experiencia única e inolvidable.

Desde ese día, Lucía demostró ser valiente al enfrentar nuevos desafíos sin dudarlo; mientras que Martina irradiaba confianza en todo lo que hacía.

Con el paso del tiempo, la historia del encuentro con el hada se convirtió en leyenda entre los habitantes del pueblo cercano a la Ermita.

Y aunque muchos no creían en cuentos de hadas, Lucía y Martina sabían que la magia estaba presente en cada uno de nosotros cuando nos atrevemos a soñar y creer en nosotros mismos.

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