Valentín, el halcón valiente
En lo profundo del bosque vivía un halcón muy especial. No era como los demás halcones, ya que era cojo, bizco y tenía un miedo terrible a las alturas.
¡Y para colmo no sabía volar! Pero a pesar de todas estas dificultades, el halcón se llamaba Valentín y siempre mantenía una sonrisa en su pico. Valentín veía a sus amigos volar por los cielos con gracia y libertad, y él soñaba con hacer lo mismo.
Un día soleado, decidió que era momento de intentarlo. Con valentía, saltó al borde de un acantilado aleteando con todas sus fuerzas. "-¡Voy a volar! ¡Voy a volar!" -se repetía Valentín mientras caía lentamente hacia abajo.
El resto de los animales del bosque observaban la escena con preocupación. Todos pensaban que Valentín estaba loco al intentar algo tan imposible para él. Pero Valentín seguía cayendo, sintiendo el viento en su rostro y la emoción en su corazón.
Finalmente, el halcón llegó al suelo con un golpe sordo. Estaba magullado y lleno de moratones, pero tenía una enorme sonrisa en su rostro.
Había logrado algo increíble: había enfrentado su mayor miedo y lo había intentado con todas sus fuerzas. Los animales se acercaron a Valentín para consolarlo, pero se sorprendieron al verlo feliz y radiante. "-¿Estás bien Valentín? ¿Por qué estás tan contento?" -preguntó la liebre preocupada.
"-¡Estoy feliz porque lo intenté! Aunque me haya caído, sé que soy capaz de superar mis miedos y limitaciones. Y quién sabe... tal vez algún día logre volar de verdad. " -respondió Valentín con determinación.
Desde ese día, Valentín se convirtió en un ejemplo para todos en el bosque. Les enseñó que no importa cuáles sean nuestras limitaciones o miedos, siempre podemos intentarlo y dar lo mejor de nosotros mismos.
Y aunque Valentín nunca aprendió a volar realmente, siguió saltando desde lugares bajitos con sus muletas, disfrutando cada instante como si estuviera surcando los cielos más altos.
Así termina la historia del valiente halcón llamado Valentín: un ser único que nos enseñó que la verdadera valentía está en atreverse a intentarlo incluso cuando parece imposible.
FIN.