Valentina, la protectora del bosque
Había una vez en un reino muy lejano, una princesa llamada Valentina. Ella vivía en un castillo con su esposo, el rey Lucas. Juntos gobernaban el reino y se preocupaban por el bienestar de sus habitantes.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano al castillo, la princesa encontró a un hada herida. Sin dudarlo, ella la llevó al castillo para curarla.
Como agradecimiento, el hada le otorgó a Valentina un regalo muy especial: la capacidad de comunicarse con los animales del bosque. Con esta nueva habilidad, Valentina descubrió que había un dragón que estaba causando problemas en un lago cercano al pueblo. Así que decidió ir a hablar con él para averiguar qué pasaba.
"Hola dragón ¿cómo estás?"- preguntó Valentina amablemente. "No muy bien princesa"- respondió el dragón tristemente "He perdido mi corona y sin ella me siento incompleto".
Valentina ofreció ayudarlo a buscar su corona y juntos emprendieron la búsqueda en todo el bosque. Finalmente encontraron la corona debajo de una rueda gigante cerca del puente del río. El dragón estaba tan feliz y agradecido que decidió devolverle el favor a Valentina ofreciéndole su protección siempre que lo necesitara.
Una noche, mientras caminaba por el pasto cerca del bosque, Valentina se encontró cara a cara con un lobo hambriento. Pero gracias a su habilidad de hablar con los animales pudo convencerlo de no atacarla y así escapar a salvo.
La princesa se dio cuenta de que su capacidad de hablar con los animales era una gran responsabilidad y decidió enseñarles a todos los habitantes del reino cómo cuidar el bosque y respetar a sus habitantes.
Con el tiempo, Valentina se convirtió en la protectora del bosque y recibió la herencia más valiosa: el amor y la gratitud de todos los seres que lo habitaban.
FIN.