Valentina y el concurso de dibujo


Había una vez una niña llamada Valentina que todos los días se despertaba con mucha alegría y entusiasmo para ir a la escuela.

Pero un día, algo extraño sucedió: Valentina no quería ir al colegio, lloraba mucho y solo quería estar con su mamá. "Mamá, por favor no me hagas ir al cole hoy. No quiero separarme de ti", decía Valentina sollozando. Su mamá, preocupada por la tristeza de su hija, le preguntó qué le estaba pasando.

"¿Qué te pasa mi amor? Siempre has disfrutado tanto de ir al colegio. ¿Hay algo que te preocupa o te molesta?"Valentina bajó la mirada y confesó:"Es que siento miedo de quedarme sola en el colegio.

Me da miedo equivocarme o hacer algo mal". La mamá entendió perfectamente cómo se sentía Valentina y decidió ayudarla a superar sus miedos. "Valentina, todos nos equivocamos alguna vez y eso está bien. Lo importante es aprender de nuestros errores.

Además, en el colegio siempre habrá maestros y compañeros dispuestos a ayudarte cuando lo necesites". Pero Valentina seguía temerosa e insegura. Un día, mientras caminaban hacia el colegio, vieron un cartel sobre un gran concurso de dibujo en la ciudad.

"Mira Valen, ¿qué te parece si participas en este concurso? Tú eres muy buena dibujando", propuso la mamá. Los ojos de Valentina brillaron ante esa idea y aceptó emocionada.

Durante toda la semana siguiente, Valentina se esforzó en hacer el mejor dibujo que pudiera. Cada día, después de la escuela, se sentaba con sus lápices de colores y su hoja en blanco y dejaba volar su imaginación. Finalmente, llegó el día del concurso y Valentina estaba muy nerviosa.

Pero sabía que tenía el apoyo de su mamá y eso le daba fuerzas para enfrentar sus miedos. Cuando llegó su turno, Valentina mostró su hermoso dibujo al jurado y explicó lo que había querido representar.

"Este dibujo representa mi miedo a equivocarme. Pero también muestra cómo aprendí a superarlo gracias al amor y apoyo de mi mamá". El jurado quedó impresionado por la valentía y creatividad de Valentina. Y así, ella ganó el primer premio del concurso.

Al recibir su premio, Valentina miró a su mamá con una sonrisa enorme. "Mamá, gracias por ayudarme a superar mis miedos. Ahora sé que puedo enfrentar cualquier desafío".

Desde aquel día, Valentina recuperó la confianza en sí misma y disfrutaba cada momento en el colegio. Sabía que siempre podría contar con el amor incondicional de su mamá para superar cualquier obstáculo que se presentara en su camino.

Y así fue como Valentina aprendió una gran lección: no hay nada más poderoso que el amor y la confianza para vencer nuestros temores.

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