Valentina y el concurso de dibujo solidario


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una mamá muy especial llamada Martina. Martina era conocida por su alegría, bondad y amor incondicional hacia su hija Valentina.

Un día, Valentina decidió participar en la competencia de dibujo que se realizaba en la escuela. Estaba muy emocionada y pasó horas dibujando su obra maestra: un hermoso arcoíris sobre un prado lleno de flores de colores.

El día de la competencia llegó y Valentina nerviosa mostró su dibujo a los jurados. Mientras esperaban los resultados, Martina le dijo con una sonrisa: "Recuerda, lo importante es haber hecho tu mejor esfuerzo. Estoy muy orgullosa de ti".

Al anunciar al ganador, todos quedaron sorprendidos al escuchar el nombre de Valentina. ¡Había ganado el primer premio! La pequeña no podía creerlo y corrió a abrazar a su mamá, quien la felicitó efusivamente. Pero la historia no termina ahí.

Al día siguiente, mientras paseaban por el parque, encontraron a un perrito callejero que parecía necesitar ayuda. Valentina lo acarició y sin dudarlo dijo: "Mamá, ¿podemos llevarlo a casa?" Martina asintió con una sonrisa y juntos cuidaron al nuevo miembro de la familia.

Los días pasaron y el perrito, al que llamaron Rayo por su rapidez para correr, se convirtió en el compañero inseparable de Valentina. Juntos vivieron aventuras increíbles explorando el bosque cercano y ayudando a otros animales que encontraban en apuros.

Una tarde, mientras jugaban en el bosque, escucharon un ruido extraño proveniente del lago. Se acercaron con cautela y vieron a un patito atrapado entre las ramas.

Sin dudarlo, Valentina se metió al agua y con la ayuda de Rayo lograron rescatarlo. El patito agradecido los siguió hasta su casa donde lo cuidaron hasta que estuvo listo para regresar al lago con su familia.

Desde ese día, cada vez que pasaban por el lago veían al patito nadando felizmente junto a sus seres queridos. Martina miraba orgullosa a su hija y le dijo: "Valentina, nunca dejaste de hacer el bien incluso cuando nadie te estaba mirando. Esa es la verdadera magia del corazón".

Y juntas siguieron disfrutando de las maravillas que les ofrecía cada nuevo día en Villa Feliz.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda siempre seguir el ejemplo de personas como Martina y Valentina quienes con amor y bondad hicieron del mundo un lugar mejor para todos.

Dirección del Cuentito copiada!