Valentina y el concurso mágico



Había una vez en una clase de niños de 5 años en Bolivia, un concurso de talentos muy especial. Todos los niños estaban emocionados por mostrar sus habilidades ante sus compañeros y maestros.

Había niños que cantaban, bailaban, contaban chistes y hasta imitaban a sus personajes favoritos. En medio de toda la emoción, estaba Valentina, una niña tímida pero llena de ilusión. Todos esperaban que ella cantara porque siempre la escuchaban tararear canciones en clase.

Pero lo que no sabían era que el verdadero talento de Valentina no estaba en su voz, sino en algo mucho más sorprendente: la magia. Valentina se había estado preparando durante semanas para este momento.

Había practicado trucos de magia con cartas, pañuelos y hasta lograba hacer desaparecer objetos pequeños. Estaba decidida a demostrarle al mundo su verdadero don. Cuando llegó su turno en el escenario, todos estaban expectantes. Valentina respiró hondo y comenzó su actuación.

Con movimientos precisos y una sonrisa radiante, hizo aparecer flores de la nada, cambió el color de un pañuelo frente a todos y hasta logró levitar una pelota pequeña. Los niños quedaron boquiabiertos y los maestros aplaudieron maravillados.

Nadie se esperaba ese increíble espectáculo de magia por parte de Valentina. Al finalizar su actuación, todos la ovacionaron y le dieron las gracias por compartir su talento único con ellos.

Desde ese día, Valentina dejó atrás su timidez y se convirtió en la estrella del colegio. Los niños querían ser sus amigos para verla hacer trucos de magia y aprender cómo lo hacía.

Y así, Valentina enseñó a todos que los talentos pueden ser diferentes y especiales en cada persona. Y colorín colorado, este cuento lleno de magia ha terminado pero recuerda: ¡siempre cree en ti mismo y deja brillar tu verdadero talento!

FIN.

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