Valentina y el poder de lo ordinario



Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de Buenos Aires, vivía una niña llamada Valentina.

Valentina era una niña curiosa y aventurera a la que le encantaba leer libros de fantasía y soñar despierta con mundos mágicos. Una tarde, mientras estaba acostada en su cama viendo un video sobre Narnia, el mundo fantástico creado por C. S. Lewis, sintió una fuerte emoción y decidió que quería ir a Narnia.

Se levantó emocionada y corrió hacia la cocina donde su abuela estaba preparando unos ricos pastelitos. "-Abuela, ¿me llevarías a Narnia? Quiero vivir grandes aventuras como los niños del video", dijo Valentina con entusiasmo.

La abuela miró tiernamente a Valentina y le explicó que Narnia era solo un lugar de fantasía creado por la imaginación de un escritor, y que no existía en la vida real.

Valentina se sintió desilusionada al principio, pero luego recordó algo importante que su abuela siempre le decía: "La magia está dentro de ti". Decidida a encontrar su propia aventura, Valentina salió a dar un paseo por el bosque cercano a su casa.

Mientras caminaba entre los árboles y escuchaba el canto de los pájaros, se topó con una extraña criatura peluda con ojos brillantes. "-¡Hola! Soy Lila, la guardiana del bosque. ¿Qué te trae por aquí?", dijo la criatura con voz amigable.

Valentina se sorprendió al ver a Lila pero rápidamente recuperó la compostura y le contó sobre su deseo de vivir una gran aventura como en Narnia. Lila sonrió y le dijo: "La verdadera magia está en aprender a apreciar las maravillas que nos rodean todos los días".

Juntas, Valentina y Lila exploraron el bosque descubriendo hermosas flores silvestres, cascadas escondidas y animales curiosos. Valentina aprendió que no necesitaba viajar a mundos fantásticos para vivir emocionantes aventuras; solo necesitaba abrir los ojos a las maravillas de su propio entorno.

Al caer la noche, Valentina regresó a casa llena de alegría y gratitud por el día tan especial que había vivido. Se acostó en su cama pensando en todas las aventuras futuras que le esperaban tanto dentro como fuera de su imaginación.

Y así, Valentina comprendió que la verdadera magia reside en cada uno de nosotros cuando aprendemos a apreciar la belleza del mundo que nos rodea y nos permitimos soñar sin límites desde lo más profundo de nuestro corazón.

FIN.

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