Valentina y el teatro del dinosaurio
Había una vez, en la ciudad de Rosario, una niña llamada Valentina. Valentina era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras.
Un día, mientras caminaba hacia su escuela, vio algo extraño en el parque: ¡un dinosaurio gigante! Pero no era un dinosaurio cualquiera, ¡era un dinosaurio hecho de manzanas! Valentina se acercó con cautela al dinosaurio y notó que tenía una etiqueta que decía "Dinosaurio Manzana Teatro".
Se dio cuenta de que este peculiar dinosaurio debía estar relacionado con el teatro de la ciudad. Sin pensarlo dos veces, decidió seguirlo. El dinosaurio comenzó a moverse lentamente y Valentina lo siguió por las calles hasta llegar a un pequeño teatro en el centro de Rosario.
Entraron juntos y se encontraron con una señora muy amable llamada Rosa. "¡Hola! ¿Cómo puedo ayudarte?" -preguntó Rosa sonriendo. "¡Hola!" -respondió Valentina emocionada-. "Vi este increíble Dinosaurio Manzana Teatro caminando por el parque y decidí seguirlo".
Rosa rió suavemente y explicó que el Dinosaurio Manzana Teatro era parte de una obra especial que estaban preparando para los niños del colegio cercano. Les contó sobre la historia mágica del dinosaurio hecho completamente de manzanas encantadas.
Valentina quedó fascinada por esta historia y le preguntó si podía ser parte de ella. Rosa aceptó gustosamente e invitó a Valentina a ensayar con ellos esa misma tarde.
Durante los ensayos, Valentina aprendió sobre la importancia de trabajar en equipo y cómo el teatro puede llevar a las personas a lugares mágicos. También conoció a otros niños entusiastas que compartían su amor por la actuación.
A medida que los días pasaban, Valentina se volvió más segura de sí misma y mejoró sus habilidades escénicas. El día del estreno finalmente llegó y el teatro estaba lleno de padres, maestros y compañeros de clase emocionados. El telón se abrió y Valentina salió al escenario junto con el Dinosaurio Manzana Teatro.
Juntos, representaron una historia llena de aventuras donde enseñaban a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y valorar los alimentos saludables como las manzanas.
La audiencia quedó maravillada con la actuación de Valentina y el Dinosaurio Manzana Teatro. Aplaudieron emocionados mientras ella recibía flores por su increíble desempeño. Después del espectáculo, Valentina se sintió orgullosa y feliz por haber sido parte de algo tan especial.
Se dio cuenta de que había encontrado una nueva pasión en el teatro y decidió unirse al grupo teatral para seguir explorando su talento. Desde aquel día, Valentina siguió actuando en diversos espectáculos infantiles junto con sus amigos del teatro.
Siempre recordaba esa aventura mágica con el Dinosaurio Manzana Teatro como una experiencia que le había enseñado valiosas lecciones sobre amistad, trabajo en equipo y perseverancia.
Y así, gracias a un encuentro inesperado con un dinosaurio hecho de manzanas encantadas, Valentina descubrió su verdadera pasión y encontró un lugar donde siempre se sintió querida y aceptada.
FIN.