Valentina y la Danza de los Diablos

En un pequeño pueblo del estado Táchira, en Venezuela, vivía una niña llamada Valentina. Valentina era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir junto a sus amigos.

Un día, mientras paseaba por el parque central del pueblo, Valentina escuchó a unos niños hablando sobre una tradición muy especial que se celebraba en la región.

Se trataba de "La Danza de los Diablos", una festividad colorida y llena de música que se llevaba a cabo cada año en honor al Santo Cristo de La Grita. Valentina quedó fascinada con la idea de participar en esa tradición tan única, así que decidió hablar con sus amigos para organizar juntos su participación en la danza.

Juntos se pusieron manos a la obra: buscaron telas brillantes para hacer sus trajes de diablo, practicaron los movimientos de baile y aprendieron las canciones tradicionales que debían entonar durante la celebración.

El día de la fiesta finalmente llegó y Valentina y sus amigos estaban emocionados por mostrar todo lo que habían preparado. Cuando llegó el momento de empezar la danza, los niños se unieron al desfile con alegría y entusiasmo.

Bailaban al ritmo de tambores y flautas, haciendo piruetas y movimientos divertidos que dejaban a todos maravillados. -¡Qué emoción! ¡Estamos bailando como verdaderos diablos! -exclamó Valentina mientras daba saltos y giraba al compás de la música.

La gente del pueblo los miraba con orgullo y admiración, aplaudiendo su dedicación y entusiasmo por mantener viva una tradición tan hermosa. Al terminar la danza, recibieron felicitaciones de todos los presentes y sintieron una gran satisfacción por haber sido parte de algo tan especial.

Desde ese día, Valentina supo lo importante que era mantener vivas las tradiciones de su tierra y compartirlas con quienes le rodeaban.

Cada año esperaba con ansias la llegada de "La Danza de los Diablos" para volver a sentirse parte de algo único y lleno de magia en su amado estado Táchira.