Valentino, el niño brillante
En un pequeño pueblo llamado Solcito, vivía Valentino, un niño muy especial. Valentino veía el mundo de una forma diferente a los demás niños, él tenía autismo y eso hacía que su manera de percibir las cosas fuera única.
Pero lo más increíble de Valentino era su alegría y cariño inagotables, siempre estaba dispuesto a ayudar y hacer sonreír a quienes lo rodeaban.
Un día, en la escuela, los compañeros de Valentino estaban preparando una obra de teatro para el festival anual. Todos estaban emocionados y ensayaban con entusiasmo, pero cuando llegaba el momento de asignar los roles, nadie sabía qué papel darle a Valentino.
"¿Qué papel le damos a Valentino en la obra?" -preguntó Martina, la maestra del grupo. Los niños se miraron entre ellos sin saber qué decir. Algunos pensaban que Valentino no podría actuar por su condición especial, pero otros recordaron lo increíblemente creativo y talentoso que era.
Finalmente, Franco levantó la mano y dijo: "¡Yo tengo una idea! ¿Y si le damos a Valentino el papel del sol? Él siempre está lleno de luz y calor, como el sol".
Todos asintieron emocionados con la propuesta y Martina decidió darle ese papel a Valentino. El niño se puso feliz al enterarse y se comprometió a dar lo mejor de sí mismo en su actuación. El día del festival llegó y todos estaban nerviosos.
Cuando comenzó la obra, Valentino salió al escenario con un brillo especial en sus ojos. Con movimientos delicados e improvisados, representaba al sol de una forma tan hermosa que todos quedaron maravillados. Al finalizar la obra, el público rompió en aplausos y ovaciones.
Valentino había conquistado los corazones de todos con su actuación única y emotiva. Desde ese día, los niños del pueblo aprendieron a valorar las diferencias y descubrieron que todos tenemos habilidades especiales que nos hacen únicos.
Y Valentino siguió iluminando sus vidas con su alegría contagiosa y amor incondicional.
Así, en Solcito brillaba cada día más fuerte la luz del sol gracias a un niño llamado Valentino, quien demostraba que superar las expectativas es solo cuestión de creer en uno mismo y en el poder del amor.
FIN.