Valeria y el monstruo de la amistad



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Valeria. Valeria era muy alta para su edad y tenía el pelo rubio que brillaba como el sol.

Lo que más le gustaba a Valeria era jugar al básquetbol, y lo hacía mejor que nadie en su escuela. Un día, mientras practicaba en la cancha del parque, se encontró con el equipo de básquetbol más famoso del país, Las Valerianas.

Ellas eran las campeonas nacionales y estaban entrenando para competir en la Copa del Mundo contra el mejor equipo de África.

Valeria les demostró sus habilidades en la cancha y las impresionó tanto que decidieron invitarla a unirse al equipo para representar a Argentina en el torneo. ¡Qué emoción! Valeria aceptó con entusiasmo y se prepararon juntas para enfrentarse al desafío. Llegó el gran día y Las Valerianas junto con Valeria viajaron a África para competir en la Copa del Mundo.

El partido final fue emocionante, ambos equipos dieron lo mejor de sí, pero gracias a los tiros imparables de Valeria, ¡Argentina ganó la copa! La celebración fue grandiosa, pero cuando estaban listas para regresar a casa, un monstruo gigante bloqueó su camino.

Todos estaban asustados menos Valeria, quien recordó algo importante: "En los momentos difíciles es cuando debemos trabajar juntos y encontrar soluciones". Las Valerianas se unieron formando una cadena humana hasta llegar al monstruo.

Allí descubrieron que solo quería jugar al básquetbol también. Entonces organizaron un partido amistoso donde todos pudieran participar. El monstruo resultó ser muy hábil en el juego y disfrutaron jugando juntos hasta altas horas de la noche.

Al finalizar, el monstruo les mostró una cueva secreta que los llevaría de vuelta a casa sano y salvo.

Valeria aprendió que no importa cuán grande sea el desafío o cuán aterrador parezca un obstáculo; siempre hay una manera de superarlo si trabajamos juntos y mantenemos una actitud positiva. Y así, entre risas y abrazos, Valeria y Las Valerianas regresaron triunfantes a su hogar sabiendo que la verdadera victoria está en la amistad y solidaridad entre compañeros.

FIN.

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