Valeria y la letra rebelde


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Letrilandia, una niña llamada Valeria que tenía un problema muy peculiar: no sabía decir la letra —"m" . Todos los días se esforzaba por pronunciarla, pero siempre salía algo diferente.

Sus amigos del colegio se burlaban de ella y eso la ponía muy triste. Un día, Valeria decidió ir a hablar con la maestra Margarita, quien era conocida por ser muy sabia y comprensiva.

Le contó sobre su dificultad con la letra —"m"  y cómo eso le causaba problemas en el colegio. La maestra Margarita escuchó atentamente y le dijo:"Valeria, no te preocupes. Todos tenemos nuestras propias dificultades, lo importante es no rendirse y seguir practicando.

¿Has intentado hacer ejercicios para fortalecer tu lengua y mejorar tu pronunciación?"Valeria asintió con entusiasmo y la maestra Margarita le enseñó algunos juegos divertidos para practicar la letra —"m" .

Juntos pasaron horas jugando y riendo, haciendo que Valeria se sintiera más segura de sí misma. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano al pueblo, Valeria encontró una cueva misteriosa. Intrigada, decidió entrar y descubrió que dentro había un viejo libro lleno de cuentos encantados.

"¡Qué maravilla!", exclamó Valeria emocionada. Decidió llevarse el libro a casa y todas las noches antes de dormir leía en voz alta los cuentos frente al espejo, practicando así su pronunciación.

Con el tiempo, Valeria notó que cada vez le resultaba más fácil decir palabras con la letra —"m" . Se sentía orgullosa de sus avances y ya no permitía que las burlas de sus compañeros afectaran su confianza.

Un día, durante una clase de recitación en el colegio, llegó el momento temido: era su turno de leer en voz alta frente a todos. Respiró hondo y comenzó a leer un poema con muchas palabras con —"m" . Para sorpresa de todos, Valeria las pronunció perfectamente sin titubear.

Los aplausos resonaron en toda la sala y sus compañeros la felicitaron sinceramente. Incluso aquellos que solían burlarse de ella reconocieron su esfuerzo y valentía. Desde ese día, Valeria se convirtió en un ejemplo para todos en Villa Letrilandia.

Su historia inspiradora demostraba que con dedicación y apoyo se pueden superar cualquier obstáculo. Y así fue como Valeria aprendió a amar la letra —"m" , entendiendo que las diferencias nos hacen únicos e especiales.

Y aunque nunca olvidaría sus inicios difíciles, siempre recordaría que lo importante es creer en uno mismo y nunca dejar de intentarlo.

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