Valeria y las ovejas



Valeria era una niña muy curiosa y traviesa. Tenía dos años, era rubia con el pelo rizado y siempre llevaba una sonrisa en su carita.

Un día, Valeria le dijo a su mamá y su abuela que quería ir a ver las ovejas. - Mamá, abu, ¡quiero ver las ovejas! - exclamó Valeria emocionada.

Su mamá, una mujer rubia con el pelo largo y liso, y su abuela, no pudieron resistirse a la emoción de Valeria y decidieron llevarla a la granja de ovejas cercana. Al llegar, Valeria corrió hacia el corral de las ovejas y empezó a reír al ver a los tiernos animalitos. - ¡Mira mamá, abu, son tan suaves y peluditas! - gritó Valeria emocionada.

Mientras las ovejas pacían, Valeria se acercó cuidadosamente y les acarició el suave pelaje. De repente, una de las ovejas comenzó a balir fuertemente, asustando a Valeria. - No te preocupes, Valeria.

Las ovejas a veces hacen ruido para comunicarse - explicó su abuela con calma. Valeria, comprendiendo que las ovejas solo querían comunicarse, se relajó y continuó disfrutando de su tiempo con los animales. Al regresar a casa, Valeria se sentía muy feliz y emocionada por su aventura en la granja.

La experiencia le enseñó que siempre debemos tener cuidado y respeto por los animales, y que la comunicación es muy importante en la vida. Desde ese día, Valeria siempre recordaría la visita a las ovejas con amor y cariño.

FIN.

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